¡ATRÁS Y SIEMPRE ATRÁS!
Gruta oscura y húmeda da a luz a la curiosidad del hombre,
De esas entrañas emerge vaporosa y silenciosa, liviana,
Como un viento ágil,
Como la estrella tintineante oculta en el horizonte.
Curiosidad enigmática,
De caminos sin trazo, sin ruta, ni destino,
Curiosidad viajera, de pasado, presente, futuro,
De semilla germinando,
De pájaro muriendo.
La pequeña luz se ha estancado,
Inesperadamente volvió a la gruta,
Humedeció sus labios,
Bebió aguas olvidadas,
Insalubres, turbias,
Besó a la muerte en los labios,
Fue tocada por la sal.
Su cuerpo arde,
Como un enorme raspón, carne quemada,
Como un fuego desbordado el día de San Juan.
La curiosa flama, no distingue:
El fuego ¿la alivia o le mata de a poco?
Voces minúsculas le salen del pecho,
Gritos deformados,
Mensajes descodificados,
Imágenes oscurecidas, raídas,
¡Atrás y siempre atrás!
Escucha tenue,
La mirada perdida,
La boca seca,
La sangre en la saliva,
¡Atrás y siempre atrás!
Le susurran trémulas,
Le golpean a la cara las palabras,
Caricias silábicas,
Fonemas estridentes.
Con el puño cerrado,
Y la piel sucia de tierra,
Con el último suspiro
Que impulsa su ascenso,
Con el esqueleto crujiente,
Como hierro oxidado,
Con la estrella en los ojos,
Susurra su última oración al viento:
¡Atrás y siempre atrás!
En la noche ha ganado un camino,
Camino abierto a las bifurcaciones de los planetas.
LïzRA
ATRÁS Y SIEMPRE ATRÁS
Atrás y siempre atrás me gusta más;
Me pongo a cuatro patas y tú me das.
Me siento un poco animal..
Velero que recortas las fisuras del agua atolondrada,
Entre turquesas y malvas yo recorreré
Las tablas de tu falda.
Tus flanes titilean sobre la bruma de mi deseo.
Si se nos corta la leche,
Yo te prestaré los huevos-
Adelante jinete brioso
Agárrate a las riendas de este potro
Que jadea camino arriba como loco.
Y cuando notemos las arenas movedizas
Y el barro nos llegue hasta el cuello
Rendidos en un ovillo, juntos nos hundiremos.
¡Cerezas! ¡Tengo cerezas! ¡Bien duritas y prietas!
La blanca flor cayó deshojada y marchita
Resina de pino y miel de encina.
¡Qué negro era el pozo negro!
Siete serpientes lo habitaban
Y en la humedad de sus aguas escurridizas bailaban.
No me digas que pare porque me enciendo;
No me digas que siga pues ya no quiero;
La razón ya no habita, habita el sueño.
Ese dedalito rojo me lo dio un marinero,
Mientras surcaba valiente las ondas de mi deseo
Y llenaba de espuma y sal los restos de mi naufragio
Henar Hidalgo
ATRÁS Y SIEMPRE ATRÁS
Mesopotamia espontanea,
con futuro de cristal,
encapsulados pasados
en urnas de bienestar.
Restos que muerden talones,
detritus de fantasmas
se asoman a un fondo abisal,
se deshacen en los dedos
de las esponjas de mar.
Biografía de una entrega,
que se escribe con la arena
de playas horizontales,
donde se secan las dudas,
como medusas carnosas
de las esperas causales.
Rezagadas posibilidades
se lanzan en tiernas presas,
calculando nuevas vidas
que se esfuman con las prisas.
Atrás…incautos del amor,
deja las sombras al sol,
depón las armas,
regresa sin reservas,
anula las citas imposibles.
Atrás…odios de oxidada opinión,
culpas momificadas
en las cuencas de los ojos,
creencias deshilachadas
en ovillos de razón.
Libertad de no saber,
orquídea de belleza
sin nombre,
sólo así.
Mónica Herrero
¡ATRÁS Y SIEMPRE ATRÁS!
¿Podré caminar esta mañana
la lengua de las flores?
¿Podré acercarme a lo invisible?
¡Atrás titanes del espanto que manos paralizan!
¡Atrás estériles reflexiones
que pueblan áridas gredas,
como esperpento que mata todo perfume.
¡Ahí te quedas! Con tu pequeñez de rincón,
con tu diminuta luz habitada de espinas!
Aunque sé que no podré
te pido que no me busques más,
que permitas que borde otro tapiz
en octavas cadenciosas.
Humano deseo es odiar aquello que se ama.
Quizá mañana cultivaré la yerma arcilla,
quizá deje secar las palabras asesinas,
puntúe inhibiciones.
Quizá he de hallar, atisbando las esquinas,
otros versos, otros surcos amanecidos.
Ana Barletta
ATRÁS Y SIEMPRE ATRÁS
Ser entre todos, todos ser
una mano de balas
removiendo al azar
el cuerpo tranquilo
del cielo azul.
Una mueca de desaliento
echándose hacia atrás
echando su sangre
al cuerpo de Dios,
cuerpo de barro
que muda como la piel,
muda,
el tiempo muda
como un ciclo de lluvia
mis brazos se alzan
a sorber el diluvio
y no se dice nada más.
Largas las sombras
Lenta la despedida
En el patio de la locura
La locura está
Cuando un adiós
A dios se da.
Cuando nadie lo tiene
Tampoco se va
Y eternamente
Enterrado está.
Largas las sombras,
lentas las despedidas
hasta que un día
un día será,
un día la muerte
se resiste a despertar
y atrás la belleza
atrás,
se caerá.
Laura Trat
¡ATRÁS Y SIEMPRE ATRÁS!
Imposible el regreso.
Olvidé la máquina que hilvana los recuerdos
a las lágrimas secas cuando la vida aprieta.
En el mundo oculto del sobreviviente
se festeja la vida cuando por delante
le marca el paso la utopía,
los sueños imposibles son motores
que ondulantes ocupan su puesto,
arriesgando su estrofa final.
La oropéndola
ha dejado de luchar contra el viento,
hizo de su cuerpo un péndulo
y quedando atrás su imagen despeinada
cumplió el orden vigente.
En su horizonte no hay cometa
que dibuje su inmensa ambición
de volar entre la niebla pasada,
aún a riesgo de raspar la ley
en el instante último de la vida,
del perdón y del escape.
Cuando la mentira se ha posado en su nuca,
cuando lo políticamente correcto
irrumpe como bólido cósmico azucarado,
rompiendo las composturas,
escupe sus vanas esperanzas
y aparece en el reverso del vacío
el tatuaje de la historia oculta.
Atrás, siempre atrás, cuando el intento
de quebrarte un hueso se vislumbra
desde la lejanía.
Mariví Ávila
ATRÁS Y SIEMPRE ATRÁS
Junto al río Juchipila, había dos ninfas que anhelaban dejar de ser espíritus divinos.
Querían reflejarse en el agua vestidas con ropa de nuestro tiempo y ser conquistadas por algún hombre apuesto del valle.
Tenían la mirada triste porque seguían siendo solo parte del paisaje natural y no dejaban de mirar atrás y siempre atrás por si acaso sucediera la oportunidad de que al menos una de ellas, pudiera cambiar su cuerpo por el de alguna joven que quisiera correr la aventura de sentirse Ninfa por un día.
Pasaban los días sin poder ser vistas por nadie, ellas cantaban más fuerte pero el eco de sus voces no atrapó ni a joven apuesto ni a joven con ilusión de sentirse ninfa.
Al terminar el invierno, y quedado atrás sus deseos de sentirse integradas en la humanidad, una de ellas cantaba debajo de un sauce llorón cuando fue vista por un pescador de truchas que quedó cautivado por su belleza. Ya tiempo atrás el hombre había estado inmerso en su labor cuando sintió las caricias del canto de las ninfas. Tenía gran deseo por poder abrazarse a tal encanto auditivo, que aquella mañana de primavera reconoció debajo del árbol la voz que le había enamorado hasta la locura. Poder haber visto a una de las ninfas lo dejó sorprendido y perplejo, pues esa visión era tan divinamente encantadora, que el pescador se sintió morir de amor. Entonces guiado hasta la ninfa a través de su canto, la abrazó por detrás, diciéndole: ¡Ninfa divina, te entrego mi amor! Y entonces ella, preciosa, su mano le dio y fundiendo sus labios en un largo beso la ninfa por fin su deseo cumplió.
Después de aquél beso, su reflejo en el agua buscó y al verse convertida en una bella mujer de largos cabellos dorado lloró, más lloró de alegría también por haber descubierto el amor.
Su hermana miraba la escena inmersa en una ensoñación que le hizo desear esa misma ilusión.
Ha pasado tiempo desde la separación de las ninfas hermanas, pero aún se oye el hechizo del canto de aquella que en soledad quedó.
Envuelta en su canto, espera el amor en el increíble paraje, junto al río Juchipila, cobijada bajo un sauce llorón.
Dolores Granados
¡ATRÁS Y SIEMPRE ATRÁS!
Tuve el valor de mirar hacia atras.
Guillaume Apollinaire
Tuve el valor de mirar hacia atras
Todo era desorden, caos.
Mas, las cosas fueron tomando forma
La luz prevalecio sobre las tinieblas.
Las muchas aguas, se reunieron
Formando oceanos y surgio la tierra.
De la tierra, nacio el hombre
Verbo hecho carne.
Doy un paso hacia adelante
Y veo al hombre huyendo del hombre
Carros conducidos por fantasmas.
Donde la humanidad?
Donde los encuentros,
Las historias…
Un paso hacia adelante
Es a veces
Dos pasos para atrás
Como si la vida fuera un vals
Acordes y ritmo
Movimiento
Estremecimiento.
Pasos que se entretejen
Entre un pasado y un futuro
Danzando un presente
Encontrando el equilibrio
De esta melodia
Que tiene por nombre vida.
Arelis Juarez