LA OBERTURA DEL AMOR
Los versos más hermosos
se fundieron con tu piel de hierbabuena.
Tus palabras, embelecos de amor
poblaron de cielo mis pálidas tardes.
Un amor oceánico inundó mis manos,
fui árbol con nidos,
un estallido de gorriones atardecidos.
En mi jardín de juventud,
parí amores perfumados como azahares,
pequeños ciervos de rizos rubios
y piel de llantos.
La piel del tiempo tejió otros amores,
un tiempo donde el amor está hecho de versos,
de libros, de pasos de baile.
Un amor sin culpa, un amor construido
sílaba a sílaba, latido a latido.
Amor, te recibiré con mis mejores galas
te recibiré vestida de versos.
Ana Barletta
LA OBERTURA DEL AMOR
Hay besos que no se olvidan
humedades que retornan cuando
unas manos tocan las estrellas.
El mar quiere desaguar en mis playas
de duro mundo pues pierdo el equilibrio
cuando surfeo sus olas.
Aún porto la diadema de mi madre
se le cayeron los diamantes negros
en el bolsillo del cura.
Ojala brotaran rosas de su solaz hendidura
salpicando de rojo el corazón.
O una nueva tierra de cometas
donde fabrican mariposas.
Hay algunos astros que bailan
al son de un concierto,
quieren enseñarme su esmeralda
y redonda estategia.
Mis ojos persiguen esa danza
pero no la encuentran.
Mis sueños se enamoran de ese itsmo.
Mi cuerpo espera en el rubí de tu boca
las señas de un nuevo despertar.
Estoy preparada para esfumarme
en esta ópera prohibida.
Mariví Ávila
LA OBERTURA DEL AMOR
Todo empezó con un vagido
Un sonido anunciaba la llegada
Sonido de viento, unido
A toda la orquesta de la vida.
Y su cuerpo
Todo su cuerpo era el amor
“Ave Maria”
Yo absorbía y mi cuerpo quedaba quieto.
El llanto se fue haciendo agudo
Me separabas de tu cuerpo.
Aquí me encuentro, cantando
¿Será que estoy llorando?
Todo se transforma,
Aquel vagido
Fue sumando sonidos guturales
y fueron naciendo palabras
Con ellas voy
Naciendo al mundo
En la obertura del amor
Hacia el poema.
Arelis Juarez
LA OBERTURA DEL AMOR
Incierta la fe de la juventud,
cuando los ideales no envejecían,
convergen ahora la muerte y el amor,
amor inexacto.
El amor no alcanza,
el deseo contemplación poética,
aparece en la belleza,
en alguna angustia,
casi siempre en el sonido
sordo de tu voz,
en el amor?
En el amor se esconde.
Deseo aprobación de la vida
hasta en la muerte,
el amor va de cuerpo en cuerpo,
salta, cambia, nos confunde,
de la poesía nunca se aleja,
la poesía nunca lo pierde.
Rezo al amor carnal,
seduzco al místico amor,
me embriago de amores futuros,
me olvido del amor.
Obertura al tiempo de creación,
deseos productivos,
amores fértiles,
habitaciones por escribir,
nos queda mucha vida.
Mónica Herrero
LA OBERTURA DEL AMOR
A telón cerrado,
Creemos amarnos,
Entre pájaros azules,
Cosquilleos de la piel,
En sueños de vigilia,
Que alientan a ese otro nacido de mi cabeza.
Después de la sacudida,
Vendrá el amor a destruirlo todo
Lloraré por tu rostro perdido,
Por la ruina de mi castillo,
Por los caballos muertos a la orilla del camino,
Y ahí, en esas aguas del mar del olvido
Ocultaré tus humanas manos.
Te buscaré de nuevo en otros ojos,
En otra risa,
Para matarte en la madrugada
En el silencio de una noche,
Afinando instrumentos que nunca tocaré.
¿Qué dirían Wagner y Bach?
¿Se avergonzaría de mi Chopin?
Somos malos músicos del amor,
Correteamos su figura
Y como sombra que aparece huimos de ella,
¿Qué le hacemos al amor?
Si lo desollamos al alba,
Si lo perdemos antes de gestarlo,
Si nos quedamos en la obertura y nunca,
Nunca levantamos el telón.
LïzRA
LA OBERTURA DEL AMOR
Sentado al lado de la primavera
un pájaro cantor
se desenreda con su mirada frágil
absorbiendo las primeras rayas del sol.
Calma
y los tambores selváticos
vibrando lejos.
Profundo oscilar
de un corazón trasnochado
que trae consigo
como una gran ola arrasadora
un mar de flores.
Separados del oso mayor
las estrellas se sienten libres
de andar en formación
y de cantar, cantar
acompañanado a su propia desaparición.
Corren rumores
de que aquella procesión diurna
celebra el despertar de la tierra
y niñas y mujeres salen
como lombrices de sus casas
a bañarse con alegría
en la radiante luz.
Al pie de una sequía corrompedora
un hueco se ha formado.
Vientres maternos exigiendo ternura
y las entrañas de la tierra depurada
escondidas al ojo profano
como un canal de partos subterráneos
se expone, al caer el sol.
El cuerpo hueco
las penas como cuerdas
resuena cada gota de sudor
en este instrumento magistral
que pocos saben tocar.
La obertura del amor
recorre con infinita tranquilidad
a cuerpos sedientos y
a fuerzas sonoras
que bajo las pérdidas sobreviven,
entregadas al son de la vida mortal.
Laura Maria Trat