ESTOY CASI CONTENTA

A mi padre

No tengo hoy para ti ni lirios, ni espinas,
hoy solo palabras, padre, de curen mi corazón.
Hoy, con aromas de niña, de árbol , de semilla,
evocarte quisiera, casi contenta, casi feliz, en aquellos
viajes hacia el mar que se volvieron carne y sangre en
mí.
De tu mano los lobos de mar, anidaron en mi alma,
los ojos eran caracolas de hermosas formas,
las manos mutaban en algas, compañeras de los peces,
la sal marina impregnó mi piel.
Mientras,escuchabas padre, siempre escuchabas, mis
locuras peregrinas de animal joven.
Acompañados de café,
diminutos momentos atesoré,
a veces, un poco, padre, te odié,
no permitías que la tierna gorriona
anidara en tu pecho.
Hoy ya lo sé,
haz anidado tú en mi alma,
eres palabra, y al tocarla
te hace vivir.

Ana Barleta

ESTOY CASI CONTENTA

En la pupila de los camaleones,
altero las emociones
de discordantes colores,
cada vez, cada vez.
Una plaza de sol tardío,
acusa el crimen de los caracoles,
las cigüeñas levantan un vuelo improvisado
se desentienden de las cunas.
Sólo los viejos declaran el pasado,
olvidando los detalles,
recogiendo las migajas
picoteadas del mantel.
Casi dolorida,
casi presente,
casi ausente,
casi feliz.
Hoy también saldrá todo bien,
digo mientras desayuno
bacterias optimistas,
que juegan al ajedrez
con rodillas nihilistas.
Deseos impacientes
de la flor del almendro,
asoma los pétalos incautos,
retando a obedientes
muertos que esperaron prevenidos,
en abandonadas estaciones.
Casi ecuánime,
casi apasionada,
casi todo,
casi nada.

Mónica Herrero

ESTOY CASI CONTENTA

A mi hermana Anabel

Me trepa la memoria
al recuerdo en tinieblas de un pasado,
a la congoja de la palabra ausente
a un mundo ya olvidado.

Hoy estoy casi contenta,
disfruto de los carnavales
por los rincones de mi infancia,
se me dio vuelta el calcetín
en mis zapatos
ya no hay necesidad
de alojar los pétalos marchitos
ni memorias heladas en mi caminar.

Hoy abrazo a un Dios
sin pretensiones de ser único
ni el mejor.
Sin retroceder,
construí,
regresé a la oración sintáctica,
aunque el predicado no tenga conjunción,
el núcleo verbal lo conjugo yo,
bombeo mi acción destilando poemas
en mi cielo sobrehilado de viento
en mi canción que va produciendo su estribillo
en el sabor del fruto que sorprende mi boca.

Dios de contrastes y amapolas
escudriñando oraciones,
quisiera ser el roce de ese agua en tu piel,
sumergirme contigo,
hablándote, leyéndote, mirándote, escuchándote.
Ver brillar la luna creciente en el amplio océano
cuando camino por tu lámina plateada.
Ser vasija de tu voz navegando a la deriva,
visitar tus playas musicales en primavera
firmar paisajes que ya hemos construido
y estrellas recién estrenadas.
Vuela conmigo por paisajes de palabras,
desde mi balcón,
por la arquitectura de mi arco iris,
esbocemos la algarabía de las calles,
hasta llegar a la superficie viva de esta página.

Mariví Ávila

ESTOY CASI CONTENTA

Que bueno es estar casi contenta,
No he conocido la obra perfecta.
De Leopoldo de Luis,
aprendí, que no hay obra sin su mancha.
De Menassa,
Que solo existe la casi felicidad.
De Alberti,
Que el negro y el blanco, casi se dan la mano.

Sigo aquí ambicionando
que un dia no tan lejano
pueda estar cerca
casi de tocar tu mano,
tendida,
desde tu reino,
donde no existe nada perfecto
donde lo perfecto, es precisamente eso,
lo imperfecto.

Arelis Juarez

ESTOY CASI CONTENTA

Estaba casi contento pero un oleaje de brumas ondulaba su frente.
Playas de arena rosa en relojes oscilantes enterrando seniles quimeras.
¿En que inquietante instante se congeló mi niñez sonrisa?
Acaso nunca jamás sonreí en ese pingüino ornamento de bordados
Fastuosamente quebrandose mi arlequín de festones.
Perdido en el fauno laberinto de vocablos fracturados
Ocultos tras setos de arrepentimientos morados de pétalos,
De remordimientos de estrambóticos oro estambres,
De aromáticas embriagadoras penurias fragantes,
Auténticas trampas turrón para chupadores de néctar,
De ornamentales agonías en corolas de vibrantes pinceles
Cual arcoíris que rasura el éter y clava su aguijón en la tierra lado a lado,
Acá un matorral de frondosas jaquecas,
Allá un arriate de tempranos delirios carmesí,
Acullá una explosión de anhelos henchidos de vibrantes pétalos,
Al fondo, en lo más frondoso, las flores de la pasión
Arrebatando al sol.
Lo recorrerá con las plantitas de sus pies descalzas,
Todo escalofríos hasta su tibia nuca reclinada.
Si de día con un vestidito de pálpitos,
Si de noche con un candilillo de hiel prendido.
Luciérnagas harán su sendero en noches ciegas,
Ojos inútiles en aquellas álgidas brunas noches;
Como esa negra noche que le envolvía antes de todos los tiempos,
Como esa vacía negra noche que le volverá a envolver al finalizar todos sus tiempos.

Henar Hidalgo

ESTOY CASI CONTENTA

Salto por las dunas,
el crepúsculo acompaña.
Los colores del mundo
se desparraman alrededor
como tiendas de campaña.

Un fruto,
que debe alimentar a los viajeros,
se agarra tenazmente
estirando los pies al horizonte lejano.
La calidez de camellos adormecidos
embriaga
como humo de azúcar esparciéndose lentamente
o la temprana mañana abriéndose al polvo.

Sensatez de pájaro matutino.
Su tierna piel,
bañada en savia de soles exprimidos
se refleja en la orilla de un lago congelado.
La expedición aturdida se amontona
sobre sus propios cuerpos
y el caballo negro
negro brillante como la espada de una legión olvidada
avanza,
avanza la triste alegría
sin mirar hacia atrás.

Laura Maria Trat