ENTRE PLANICIES COLOREADAS
Ramos de flores
dichos al viento
los pies en el mar
fincas quijotescas tendidas
como las muchachas en verano.
El amor de vida
a mi espalda
asciende sin vacilación
una brisa
manzana ácida
y olor a motor.
Él se estremece entre ramas y flores
recolectando
palpitaciones suaves de almidón
en camisón se le ve trabajando.
¿A donde va mi amor
tan florido
como una mujer en campo libre?
Es de risas,
con el espejo en el papel guardado
el dibujo de una sonrisa retirada,
escondida la pequeña alegría
en un sobre.
¿Algún día la enviarás?
Mi color favorito:
el rojo de tus labios
cuando, desde lejos, desatas
el dolor que llevas adentro.
Amor de mi vida,
anda lejos y no te separes de tu camino
yo te miro como perdonando a la vida
amor, mi querido amor,
ya veo tu sangre y tu tiempo, yo,
yo soy una trenza suelta
que le gusta ver su reflejo
bajo el cielo nocturno, temblar.
Laura Trat
ENTRE PLANICIES COLOREADAS
Entre planicies coloreadas quisiera vivir, en una gran
llanura coloreada de tardes anaranjadas.
En una planicie coloreada de tiempo, de espacio, de vida,
de paz, de amor, de fraternidad.
Sin censuras, ni rencores, ni odios, ni avaricias, ni egoísmos, sin pecados…
Daría igual que hubiera montañas, bellas y altas montañas, a su alrededor,
pero eso sí, entre planicies coloreadas por el atardecer, por el amanecer,
por los sueños que se expresan o se gritan para nuestras mayores profundidades.
La gran llanura castellana adornada de trigo, al sol te alzas porque es tu abrigo de colores
finos… Entre planicies coloreadas.
María Jesús Bartolomé
