ME INTERESA

-I

Nombrar las imágenes
que el camino regala
la humanidad esconde
el miedo sepulta
el horror desfigura
la indiferencia mata

-II

El anciano padre con su hijo en brazos
Piedad yacente al borde del camino
clamor sepultado por la costra del tiempo.
Transeúntes anestesiados
cubiertos de urgencias
circulan agitados negando el destino.
Es el grito de Job que ni Dios tolera
Impotencia sangrante
dolor descarnado
condena injusta implorando al mundo.
Indiferencia es la coraza
que recubre el corazón
y engendra el discurso
¿Quién se inclina para escuchar?
¿Quién se abaja para mirar?

¿Quién se conmueve para comprender?
¡Que irrumpan las palabras!
¡Qué no calle la voz!
Que reclamen justicia,
que escriban condena
ante el llanto de los ojos secos
el hambre del cuerpo en llaga
y el silencio de la boca en súplica.

-III

Cantar la vida que
tenue asoma en medio de la humanidad partida
Mostrar la luz que convive en la tiniebla
La vida que late en medio de lo siniestro, expulsado y marginal
La libertad que crece dentro de una mujer presa
La alegría que alumbra en un corazón agotado
El grito silenciado en un cuerpo desgarrado
La esperanza viva en una agonía prolongada
El gemido que brota del dolor, de la injusticia, de la impotencia y se convierte en palabra

– Para que otros también
Inclinen el oído y vean

-IV

Escuchar en la agonía
la música de la vida
– frágil terca insiste-
verla conviviendo entre fantasmas
-siniestras sombras familiares-
sorprenderla refugiada en los escombros
-de antiguas defensas construidas-
percibirla en el sepulcro del silencio
-sellado de culpas y condenas-
Me inclino en gesto reverente
acuno con ella la espera
del instante cual parto
la entregue a la luz en canto.

Maria Julia Ardito

Me interesa la guerra y la paz.
La poesía y el psicoanálisis.

En uno de mis viajes estelares por la Galaxia Andrómeda, detecté una vibración explosiva en la Nebulosa del Diván. Los destellos pulsionales que mandaba llegaban hasta mis ojos lo que hizo que me acercara a menor distancia.
Vi un artefacto gigantesco orbitando a placer según sus explosiones. Sus señales luminosas eran letras enormes que decían:
Bienvenida al Parque Bélico de la nebulosa. Aquí los belicistas juegan sin dejar huérfanos, sin destruir ni hospitales, ni escuelas, ellas son hologramas. Pase, aquí la guerra es un espectáculo.
Después de esta experiencia única, les aguardan la terapia, los juegos competitivos, el ajedrez, la humanidad. Entonces el alma comienza a surgir.

Entré. Vi la retransmisión de toda la actividad bélica en el artefacto, guardando cierta distancia de la zona peligrosa.

El primer módulo era un parque temático para estrategas del caos. Vi hologramas de tanques con alas de dragón, escaparates con misiles de diseño, drones con bacterias encapsuladas, vitrinas con reliquias de destrucción masiva, bombas de bolsillo, supersónicos con asistencia en cabina para ejecutivos sin alma. Todo parecía una feria de vanidades bélicas con exposiciones para excitar el instinto de agresión a los combatientes que no habían tenido juguetes sofisticados de pequeños.

En el segundo módulo, los visitantes, todos voluntarios, probaban todo tipo de armamento en simulaciones hiperrealistas. Allí elegían el que mejor se adaptara a sus gustos, como quien se acerca a la frutería para hacer la compra de la semana.

El tercer módulo era más inquietante y peligroso: la zona de combate. Allí ya había muertos, voluntarios trasladados desde las zonas en conflicto del planeta Tierra, junto con sus gobernantes, sustitutos o delegados.
Los periodistas narraban las batallas como si fueran partidos de fútbol y los retransmitían a todos los planetas del sistema. También ellos morían o quedaban gravemente accidentados.
Los climas extremos eran seleccionables a gusto del combatiente, nieve, tormentas, calor del desierto, inclusive climas emergentes.
Los enemigos, se elegían con mayor o menor combatividad hasta agotar existencias. La guerra era una experiencia única y personalizada.

Finalmente vi el módulo de terapia psicoanalítica. Algunos combatientes detenían su agresividad al entrar en él por casualidad. Veían su historia bélica desplegarse ante sus ojos. Torrentes de lágrimas, con el despertar, formando ríos entre los módulos que eran preservados en contenedores para hidratar el planeta Tierra. Los que caían allí comenzaban a hacerse preguntas que jamás antes se habían formulado. Una lluvia de verdades inconfesables empapaba las armas hasta volverlas inútiles.

Y al final de la zona del despertar, se encontraba el módulo de inteligencia, cultura y diplomacia.
Entre los juegos más solicitados por los combatientes más cultos estaba el ajedrez. Aquí, los antiguos combatientes se convertían en negociadores. Se pactaban recursos. Se enseñaba respeto, orden, estrategia…La paz, hasta entonces tabú, se pronunciaba por fin cuando los árbitros presenciaban el jaque mate al rey.

La estación sigue activa, financiada por los mismos que antes sostenían las guerras en zonas con población civil. Se siguen retransmitiendo los combates a todos los planetas del sistema en la TV2 en el programa «documentales: la vida salvaje». Algunos belicistas no admitidos observan desde la Tierra. Otros se inscriben para la próxima ronda. Otros, directamente, pasan por el diván.
No sé si este experimento funcionará. Pero algo en mí cambió al salir. Tal vez la guerra se vuelva obsoleta algún día, pensé. Tal vez se convierta en una reliquia de la barbarie. O tal vez, simplemente, en un juego que nadie quiera ya jugar.

Marivi Ávila

LO QUE ME INTERESA

Cierro los ojos y aún puedo ver la cálida mano de mi madre acariciando mis mejillas
mientras lloro desconsoladamente por una muñeca rota. ¡Cuánto amor! ¡Qué época tan
feliz! Sigo con mis ojos cerrados y de repente sobrevuela la escena un gran pájaro negro,
cuervo vestido de frac, con ojos de búho y manos y pies de chimpancé. Aterriza y deshace
toda la escena anterior. De repente la muñeca es mi hermana, mi llanto una carcajada
desacompasada y mi mamá es mi psicoanalista ¡No entiendo nada!
Todas las mañanas primaverales acaricio las tersas pieles de las manzanas del paraíso.
Con mis uñas repaso todas sus perfecciones; se dijera que fueran túrgidos senos de deseo
erotizados. Me encantan las manzanas, son mis frutas favoritas, Adán lo sabe, pero… ¡Las
aborrezco! Aquí tengo todas las manzanas que desee, de todos los diversos tipos de
manzanas que existen. ¡Todo el año hay manzanas maduras, más de las que pudiera
comerme en mil vidas que viviera! No me saben a nada. ¿Qué daría yo por convencer a
Dios de que me las prohibiera y así poder saborear todo el dulzor de una manzana? ¿Qué
diría Freud al respecto?
¡Aborrezco la suciedad! ¡Veo polvo por todos lados!
¡Vamos a ello! Froto, froto y sigo frotando. Todo está sucio, me pongo los guantes de látex,
pero antes me lavo varias veces las manos con un jabón líquido blanquecino. ¡Y pensar que
hay gente que me llama exagerada y que me recomienda psicoanálisis! Ya casi está todo
limpio solo me falta ese rincón pero no llego bien. Me pongo a cuatro patas y así si. ¡Eh!,
creo que esta postura podría ser interesante para alguna que otra cosa.
Me interesa el Psicoanálisis por su temática y por su inestimable ayuda para crecer y
mejorar como ser humano.

Henar Hidalgo

LO QUE ME INTERESA

Lo que más me interesa
ahora
a finales de 2025
es
celebrar a la vida
en medio de guerras
y hacerle hueco
a esa unión de personas
que siguen erigiendo
a pesar de todo
su propia historia,
que siguen creando un futuro
y cuando todo al rededor
parece estar sedado y distraído,
dan el próximo paso
empedernidamente.

Lo que más me interesa
ahora
en estos momentos
es
aprender a caminar de nuevo,
saber a diferenciar
entre lo que pudiera ser
y lo que más me conviene,
conocer la palabra antes del camino,
fiarme de la compañía
y no esperar nada,
antes de tiempo.

Lo que más me interesa
reconocer
en este mes de octubre de 2025
es
mi lugar en la cadena,
son los versos que me guían,
es la fiera y la viva,
la real y la tan rica,
fuerza alentadora,
la antorcha que nunca se apaga,
el aliento imperecedero
que sin tiempo y sin espacio
sin publicidad y sin dictadura
me llena mis pulmones, mi existencia,
me salva una y otra vez.
Cuando todo a mi alrededor
es hosco y estéril,
con falta de palabras,
la poesia me reconduze
a las fuentes inagotables
donde mana la vida
y pugna por salir.

Lo que más me interesa
en estos tiempos
es
aprender a permanecer.

Laura Maria Trat

LO QUE ME INTERESA

A mi esposo, Moisés Molín.

No es el brillo del sol más penetrante,
ni las músicas que se convierten
en ruido.
Lo que me interesa, es otra cosa.
No es la fama que se esfuma ligera en el viento,
ni el aplauso que con el tiempo
se olvida,
lo que me interesa, es otra cosa.
Es tu risa compartida,
el silencio que tantas veces te abraza
y que también es mío.
Me interesa, tu mirada
que amor me confiesa
los instantes que a tu lado no pesan,
vivir el tiempo eterno o fugaz
junto a ti,
es lo que me interesa.

Dolores Granados

LO QUE ME INTERESA

¡Cuidado hay que estar prevenidos,
ellos te harán odiar al oprimido
y amar al opresor!

Cada frontera late con su propia herida y
las naciones siguen con su afán de imperio.

¡Cuidado! Hay que estar atento, trabajando,
el opresor está dentro de ti,
el esclavo está dentro de ti

Los líderes hablan con promesas de fuego,
pero detrás de su discurso un niño se desangra,
llora ahogado en una playa.

¿Cuidado! La neurosis, las ideologías del estado
nos pierden en vanos senti-mientos
que nos mienten,
que mutilan el poder de las laboriosas manos.

La poesía, célula viva,
sabe que el verso puede más que el voto,
que la metáfora también es revolución.

Las democracias desayunan algoritmos,
mientras sueñan con la libertad,
los poderosos se arrastran en los noticieros,
creando suciedad y cárcel.
el capital crea deseos, vende alivio en cuotas mensuales.

La poesía escucha el discurso,

sucias trampas de fachas metálicas,
heraldos negros de la muerte.

¡Os dais cuenta !de la libertad
solo puede hablar la poesía.
Ella siempre combatiente,
nos susurra con seguridad
NO PASARÁN.

Ana Barletta

¿Te ha gustado esta selección? Te invitamos a unirte y participar en el taller de poesía Grupo Cero, haz click en el siguiente enlace para comunicarte con nuestra coodinadora, la poeta y psicoanalista Helena Trujillo Luque.
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