DULCE PROVOCADOR DE NAUFRAGIOS.
Fascinación en vértigo,
el ondular del mar.
Doloroso placer en ciernes.
Desbrujulado el timón
y libre de amarras,
tu mirada expectante
atrae mi deseo.
Vehemente amante
de tierras extrañas,
pasión indomable
surcando fronteras.
Tu canto penetra,
libidinoso, mi cuerpo;
inunda escondites,
hiriendo nostalgia,
inventa ternura
y esquiva certeza.
Anclando en ausencias,
decreta distancia.
Maria Julia
DULCE PROVOCADOR DE NAUFRAGIOS.
Hoy, vivencia de algún día de infancia
rescatando visiones pegajosas
del fondo abisal de mi memoria
cajones de madera hilvanada
donde perdí algún dedo
en la necrosis de la tarde.
Y ese llanto agazapado en la garganta
de compuertas de forja oxidada,
tensa las bisagras para que el agua
no inunde mis defensas.
Aquel trago de sal
antes de ahogarme en tu boca,
me hidrata la esperanza
de tener a la vida de mi lado.
Una piscina donde anidan las golondrinas,
gritando el silencio de cemento y vino,
habitaciones con arboles supurando
la tala de obscenos analfabetos.
Salir a flote con la escarcha
balsas separadas del frio,
el hielo es un espejo
en una habitación vacia.
Rayos de sol iluminan la lluvia,
hogares verdes
aterrizan de mis sueños
para dejarse tocar
a través de la tramoya
de telones infinitos.
Margaritas pares
de días por estrenar,
cuenta a atrás
para desprenderme
de las sogas del pasado.
Si quiero….
Monica Herrero
DULCE PROVOCADOR DE NAUFRAGIOS
Mercurio, que te lanzas al fuego
con los ojos llenos de universo:
Para alcanzar un poco de luz crepuscular
he hablado con la muerte
con la que no hablas nunca.
Tu desapareces
en el océano siemprevivo,
en tu jardín secreto sin nombre.
Antes de ayer yo fui un discípulo
de tu locura,
luna llena que te traje
porque me pediste,
para dormir en ella
tus sueños plagados de fantasías,
la camisa del otro mundo.
Si te pinto hoy
en las paredes que me separan de ti,
lo hago para repetir el naufragio
que nos unió.
Atónita me siento
en aquellas superficies lisas,
aguas irregulares y demasiado frías,
y me pinto a tu lado,
dulce provocador de naufragios,
para morir contigo
una noche más.
Laura Trat
DULCE PROVOCADORA DE NAUFRAGIOS
Un sueño prendido a mi sombrero,
un surco de sueños asido a las manos.
Cuando la primavera se pobló de tornasoles,
París se abrió para mí, como una muchacha,
como lirio en flor,
recorrió conmigo
sus sonoros rincones,
sus jardines aromados.
París dulce provocadora de historia,
en la Place de la Concorde escuché
la muchedumbre hambrienta pidiendo justicia,
ejércitos de pobres clamando por pan.
En una noche de atrevidos pasos
encontré La Gioconda, la dulce provocadora
con su enigmática sonrisa.
Da Vinci me llevó de su mano,
extendí mis noches surcando el Sena.
Ana Maria Barletta.
DULCE PROVOCADOR DE NAUFRAGIOS
Poco a poco me voy acostumbrando
a tus tibios deshielos,
sellador de pactos y futuras hogueras
que no nacen.
Me gustan tus ausencias
porque solapan las mías,
juntas son un trino de vitrales,
puzles de incertidumbre sin armar.
Intento vano, a veces,
de humedecer lienzos,
en los ecos del síndrome de los recuerdos.
No creo en dioses de cristal
ni en príncipes azules,
pero sé que cada tanto resucitan
así como mueren de extravíos
según el vagabundeo de mi sed
sobre las palmeras de tu cuerpo.
Titilan las antorchas de tu pecho
antes de ver que mi derrumbe puede ser verdadero.
Sofocas mis encrucijadas con posibles danzas
sobre el Danubio azul,
la magia de su eterno vals
desagüe de mis dudas hacia la libertad.
Me sumerges en lugares donde la historia
guarda antiguos secretos en sus piedras.
Descubro contigo, en la sopa de la historia,
desde la luz del fondo de la galaxia
un Castillo, el de la triste condesa
donde fue acariciada por amores y batallas,
mujer de luchas ganadas por la palabra
contra dioses injustos,
y conquistas perdidas por mujer,
Cerámicas que callan,
silenciando las pruebas
en sus cicatrices
de puñaladas certeras.
Es un lenguaje oculto en sus pigmentos,
el azul de cobalto son lágrimas no derramadas,
el verde de cobre, recuerdos atrapados
en una obra sin pintar.
Herrerías artesanas moldeando
el umbral entre la guerra y el amor
chispas de la fragua
rebelión en los desagües,
destellos de emociones encontradas
sin sospechas de ser lo que nos pasa.
Mariví Ávila
DULCE PROVOCADOR DE NAUFRAGIOS
Marinera de todas las épocas,
Magnetizada por el océano,
Mi expedición promete una épica.
Flotando en el mar y la mar,
Dualidad en eterno movimiento,
Hombre y mujer
Apacible y feroz,
Tumba y vida,
Dulce provocador de naufragios,
Como el amor.
Océano y amor carecen de conciencia,
Atraen y llaman,
Lamen territorios,
Transforman,
Regresan al punto de lo esencial:
Agua y afecto amamantan la existencia,
Ensanchan caminos,
Iluminan imperios,
Narran oscuras historias,
De navíos hundidos por sus geografías,
De impactos contra abruptas verticales,
Ahogados por fallas y derrumbes,
Taludes sin suelo,
Infortunios de la mar,
Contados en voz baja
Para preservar el sueño dulce del mecimiento,
Del encanto inofensivo,
Del dulce sabor de cerezas,
Ocultando los estragos del naufragio:
Las joyas perdidas,
La devastación del refugio,
El desesperado llamado,
La irreversible inanición disuelta en sales marinas.
Mutamos errantes frente al temporal,
Destrozados, desafiados,
Navegamos hasta el final de los tiempos,
En acorazados y balsas,
Solos, con otros,
Emperifollados a pique,
Inestables siempre,
Vulnerados los fuertes cascos pero intactos en el fango,
Encallados en el fiordo,
Frente al faro de mar.
LïzRA
DULCE PROVOCADOR DE NAUFRAGIOS
Eras mar embravecido que nunca pidió calma.
Y hoy,
eres la tormenta que de serenidad se disfraza,
lanzando miradas de abismo
que invitan a caer entre las rocas de tu torbellino.
Eres el dulce provocador de naufragios.
El faro que enceguece al propio sol.
Tu risa retumba en el oído,
como la sonora espuma que golpea la orilla de mi mar.
Soy barco de papel que se arrulla en tu hondura,
esperando que me lleves a la orilla,
mas tu corriente me acaricia,
acunando mi barco en el vaivén de tu silencio.
No llevo anclas, ni nombre.
No tengo puerto de destino.
Dulce provocador de naufragios, ven.
Convierte mi corazón en alma vagabunda como la tuya
y hazme florecer dentro de tu ciclón.
Dolores Granados.
DULCE PROVOCADOR DE NAUFRAGIOS
Nunca habre caminado lo suficiente
Para apoyar mi cabeza sobre tu hombro
Y rehacer el camino?
Alberto Szpunperb
Cuando escribo
Nunca termino de llegar al fondo de las cosas.
Voy a intentar retratar
Una historia de amor.
Sé que estás cuando te llamo
Vienes, visitas mi vida y pasas infraganti
Te encuentro en cada cosa pero invisiblemente.
A veces te pareces a una nube
Eres inasible.
La lluvia dibuja hilos transparentes
En las ventanas de mi casa.
Si las palabras a veces huecas,
Si el silencio habla
mucho mas que el grito…
Pero callas
Y quisiera decirte las cosas que nunca pude
Tener tu hombro para posar alli mi cabeza
Y hablar de esos años, que no asumimos.
Este silencio
es agonia,
Es rabia,
alma mia?
Alla estas, en aquella villa
que es clara.
El mar te circunda.
Rodeado estás de soledad.
Esta mañana descifraba tu perfil
Te me parecías a un dios griego,
Etereo
A la orilla de tu playa.
Aquí quedaron tus huellas
A veces, me provocan.
Dibujo tu nombre en un vidrio empañado
Gota a gota se deshacen, letra por letra.
Nueve letras tiene tu cuerpo
Fueron letras que yo repase
Como puertas que se abren
Desde el corazon,
Fueron puertas que no se cerraron
Y creo que aun te amo
Sinceramente lo creo,
Y temo por mi alma de navegante.
Arelis Juarez.
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