LA CALLE ES FUGITIVA

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LA CALLE ES FUGITIVA

La calle es fugitiva
Y entonada se escapa al baile.
Llena de baches,
se sacude la basura
de transeúntes descuidados,
Maleducados,
Se sacude el polvo
Con las escobas
de las señoras,
Soñolientas,
Antes del amanecer.
La calle es fugitiva
Con el vestido rojo
Y los dientes rotos,
Los tobillos torcidos
Y la espalda arqueada,
Con los pechos altivos,
Los tatuajes en cursiva
Muy cerca de su sexo.
Noé construye un arca
Llena de mis sueños
más risueños,
En las canaletas abiertas
de la calle fugitiva,
Salpican corazones
Y universos,
un suspiro,
una flor que se marcha.

Tonantzin Rodriguez

LA CALLE ES FUGITIVA

De compradores compulsivos
De devoradores del tiempo
De Narcisistas embrujados
se hace esquiva e intocable.
Disfruta jugar con los que sueñan
y acarician su cuerpo con pasos lentos
mirada atenta
escucha suave
y sorpresa virgen
Se esconde en rincones
guardando tesoros -Fuentes de agua
Piedras talladas-
Arrulla cómplice al cansado
Murmura secretos
revela misterios de siglos
escondidos entre sus pliegues
Su cuerpo es testigo de amores y de guerras
de generaciones enterradas
de ilusiones frustradas
Se ofrece seductora
embriaga con sus formas
y alimenta en su seno
los deseos furtivos de
desposeídos migrantes
marginales poetas
y cómplices amantes.

María Julia

LA CALLE ES FUGITIVA

Caminantes incansables
Giran en torno suyo,
Sus ilusiones terminan en la esquina
De esa calle fugitiva.
Paseantes abigarrados, ásperos, aviesos,
Eran llamados a callar
En el fulgor de pantanos quietos
Que se perdían en el solar.
Nada quedo de la calle fugitiva,
Ni los pasos sencillos, ni las risas lánguidas
Ni el bochornoso trafico sin salida.
Ya no hay calles fugitivas,
Todas parecen derruidas
Por pasos firmes y toscos,
Pasos que desollan uno a uno a
A los viejos y a los locos.
Ya no hay más calles fugitivas
Solo queda la deshora,
Como palma tibia y corta
Que empala la zozobra,
Va por esa calle fugitiva
Sin saber por dónde pisa,
Camina sobre la cornisa
De sueños rotos
De grietas que de vez en cuando desliza.
Y esa calle fugitiva sabe
Que nada es cierto
Afanosa, puerta de lo incierto,
Joya brillante que presagia
El olor de nubes asombrosas
Que pululan azarosas
Sobre cuerpos intranquilos
Que reposan al sol
Como carnes crujientes de animales airados.
¿Por donde irán esas calles fugitivas que se escapan de las manos?
Turgentes, ríos revueltos
Que desembocan en la periferia de tus labios.

LïzRA

LA CALLE ES FUGITIVA

Debemos enfrentarnos a lo que nos descubre
tú, con tus adoquines en fuga, te veo desde el horizonte
aunque seas pequeña línea divisoria entre tus puentes y los míos,
tus fuertes ganas de correr hacia el infinito no hacen tu seguridad
ni tu fragilidad;
en ciertos tramos, te conviertes en serpiente de áspera piel
te curvas en alegre semidesvío
para que el tiempo duerma contigo;
y a ratos
nos muestres
que también
en tus orillas
crecen flores de terciopelo diamantino
y sueños transparentes como la niebla fina.

El día te delata,
se te ve, estás llena de trazos, de rodadas y sucesos
encima de ti gente alegre, despistada,
y mendigos que estremecen,
transparentes de muerte,
sin casa que echarse al cuerpo
sin sonrisas que ponerse
confidentes de tu piel gris y fría,
quisieras huir de tanta algarabía.

También, debajo de ti
las raíces ocultas,
el pasado alquitranado
inútil que ocultes sus relieves pues la sombra
satura el negro de su arquitectura.
Tocar tu superficie,
distribuir los pies
mientras separo el cuerpo para la danza, así te
llevas en la huida cipreses inextinguibles.

Mariví Ávila

LA CALLE ES FUGITIVA

Millones de personas
en todo el mundo,
recorren las calles
día a día
buscando sus
afanes resolver.
Hace no tanto tiempo,
cuando ésta,
aún presente
pandemia nos atrapó
no pude ver las flores
del parque florecer.
No había destino
que encontrar
allá afuera…
La calle no me dejó entrar,
huía de mis pasos peregrinos
frenando mis deseos de vivir.
Con el paso del tiempo
y las prisas
nuevamente acechando
mis mañanas,
me aferré a mis desayunos largos
y a mi arreglo de cintura para arriba.
De cualquier modo,
alguien me susurra:
“manten la calma”…
La calle es fugitiva.

Dolores Granados

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TAREA 2

ESTA TARDE ME VIENE A VISITAR…

ESTA TARDE ME VIENE A VISITAR…

Mariví con su arco iris en la piel del tiempo
La espero con las puertas y ventanas abiertas
la mesa cálida preparada
el pan tierno y humeante.
-Cual magdalena de Proust-
me ilusiono al pensar que llegaré
a revivir sensaciones y memorias
refugiadas en los rincones de mi cuerpo.
Su imaginación fantástica
me lleva de la mano a volar mundos de colores
a jugar con dioses y duendes de otros lares
a sentir el roce fresco de la inocencia
el juego libre de los sentidos
la travesía sin limites.
Mis voces debatiéndose en la mazmorra
son invitadas a festejar
La ilusión las alumbra
y salen a danzar
sienten extraño ese colorido lugar
pero el desafío las vuelve a alentar
entumecidos cuerpos pero vivos
nuevos movimientos arriesgarán.

María Julia

 

ESTA TARDE ME VIENE A VISITAR…DOLORES

La amistad es el amor desprovisto de sus alas.
Lord Byron

Yo quiero, en este poema, dotar de alas acuarelables a nuestro encuentro.
Compañeras del corazón virtual, hoy nos reúne un viento lejano,
jóvenes en esta tarea que se nos impone,
extraeremos palabras de entre la bruma,
inventemos nuevos modos de locomoción,
a veces, somos frágiles plumas de hechizos surrealistas,
otras, vertemos brillantes historias en nuestros ojos,
desconocidas para nosotras mismas,
en esta cueva de Altamira que pintamos en estos encuentros
cuando la lluvia perfora la piedra sin descanso
decoramos con nuestras cataratas silvestres
este espacio atemporal.
Usemos tu catálogo y el mío,
sortilegio de personalidades, extrayendo
del saco de la memoria el más conveniente
en cada momento
mientras tú cantas, haciendo vibrar a las figuras,
yo instalaré sus colores,
ellos querrán cazar los movimientos del oso liberado.

Almas que se encienden en los encuentros
del abrazo cósmico,
las estrellas nos acompañan sin crear opresión,
ni inflamaciones tóxicas.

Podremos tocar la Lira,
agradeciendo a Polimnia,
y a la tortuga que como balsa
sujeta sus cuerdas sin interrumpir esta música
de apoyo al instrumento.
Acercar y alejar el tiempo del arte
como un traje a medida.
Mientras una taza de té nos acompaña.

Un manojo de abundancia recorre este poema.

Firmemos con nuestras manos en el libro
de las Musas de Delfos.
Inspiración de las artes,
en la constelación de Acuario
pues la cultura, la música, las ciencias…
sostendrán nuestro encuentro
sin descolgarnos de la alineación de sus cuerdas.

Bebamos de sus fuentes.
¿Te puedo llamar Melpómene?
¿O acaso eres la madre de las sirenas?
Me puedes llamar Urania,
pues reconozco en ti a un Sol
cubriendo la bóveda celeste
al compás de tu garganta de estrellas.

Pongamos el mantel de topacio,
bebamos esta ambrosía,
este néctar creado en este nuevo encuentro
Vamos a construir un mundo nuevo
para que acudan todos nuestros invitados a la fiesta.

Mariví Ávila


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