TAMBIÉN TENGO LOCURAS
Hablo con los extraterrestres
cuando no encuentro interlocutor activo,
les sugiero modos de aterrizar como las gaviotas
en suelo mojado, entonces, deslizo mis cabellos de miel
sobre un claro segmento inmovilizado por el error.
Allí, mi corazón se nutre de un zumo de cerezas en el vaso de la vida,
las arrugas del tiempo las plancho con caballos al trote
de nube en nube, vigilando cómo las pinceladas
de los ángeles invaden las cumbres del deseo;
asomada a sus brazos errantes,
quiero el poder decirlo todo de golpe.
Con mis trazos de diosa,
quitar el velo a todas las cosas,
descubrir misterios ocultos en cometas,
volar de espaldas a la luna en dragones de colores,
saltar con mis tacones de aurora elegante
sobre la musa del que descubrió el viento
haciendo temblar la melena de los leones.
También hubo un día
que hubiera querido estar en mi nacimiento,
dar la mano y susurrar al oído de esa materia
preciosa cómo descubrir su propio movimiento,
romper el laberinto, saltar las vallas del miedo,
encontrar el arcoiris en la piel del tiempo
para recibir el nombre que me esperaba.
Mariví Ávila.
TAMBIÉN TENGO LOCURAS
– I
¡Benditas sean!
Vengan
invadan
Dancen
Griten
Descuélguense de las torres
Pasen las rejas
Suelten amarras
Este es el tiempo esperado
¡que juegue libertad!
– II
No veo tu color locura
¿Dónde te has escondido?
Oigo tu voz seductora
Desde los rincones más oscuros
Provocas mis sentidos
Excitas mi deseo
Alientas mi imaginación
Enciendes mis pasos
Me empujas a volar
desafiando el vértigo del abismo.
– III
¡Despéinate locura!
¡Sal de tu escondite!
Refugio donde fantaseas
y ensordeces con mil voces
Juega, baila, canta
Vuela mas allá de las fronteras
– IV
Hay locuras coloridas
y otras siniestras
como pareja en salón de baile
juegan movimientos
tenues
arriesgados
violentos
seductores
Cómplices estimulan miradas
cuerpos expectantes se deleitan
sufren
tiemblan
huyen
de esta agónica danza en escena
María julia
TAMBIÉN TENGO LOCURAS
Aquí en mis manos las locuras del alma,
tibias, trémula locuras,
palabras que puedo entrelazar,
caen sobre mí, radiantes de espesa niebla.
Las locuras de la poesía,
día brillante de noche,
noche cerrada con luna,
oro bruñido en opaco brillar.
Escucho un ligero murmullo de alas
y la alegría inunda el alma
cuando puedes balbucear tus primeras palabras,
asombrada ante tu poder de producir amor.
Amilagrada ante tus palabras
con la azada al hombro
como trabajador de la tierra
comenzarás a escribir tus locuras.
Ana Barletta
TAMBIÉN TENGO LOCURAS
Reblandecidas las amarras,
Los barcos surcan a las profundidades de un mar,
No se sabe cuándo, ni donde,
No se sabe a qué crepúsculo se aproximan.
Avanzan despavoridos
Como caballos locos,
Que se estremecen al primer temblor.
Tiempo de cal y arena,
Luces somníferas que anuncian locuras
Delirios sofocantes para los que no hay perdón.
Yo también tengo locuras
Que me siguen en los rayos de la mañana,
Que me sacó de los bolsillos,
Sus fantasmas se avecinan llenos de vida
En mi boca y en el alba,
La locura de vivir del pasado que se hace presente,
En este trecho de mundo en el que no vuelvo a nacer.
Desde las orillas mansas de esta colina
Las hojas brillan,
Anuncian la lluvia espesa,
La tierra profunda y húmeda,
Ojos cautivadores de aves que relinchan de pie,
Mensajeras de dotes invernales,
De primaveras venideras,
De veranos sofocantes como el abrazo eterno,
De otoños cálidos, humeantes de deseo.
Yo también tengo locuras curtidas,
Farragosas y esquivas,
Locuras definitivas y locuras dudosas,
Cada una baila al compás de la zozobra,
No importa.
Yo también tengo locuras que me visten primorosas,
Como tela iluminada, constelada, abrillantada por el perfume de las rosas.
Yo también tengo locuras que a veces me destrozan,
Me mantienen en el suelo, agonizante, sin consuelo,
Por esas locuras me elevo,
Levanto la cabeza, rezo de nuevo.
Es verdad que mi locura es como lobo en celo,
Me marchita y me abraza,
Soy su esclava, su mozuela, labradora incansable sin remedio.
Vivo esta locura y me trenzo el pelo,
Está más viva que yo, que ya casi he muerto.
Si no fuera por esta locura seria solo hueso,
Carne, sangre, paja, esperanza vana que cae al suelo.
Yo también tengo locuras de esas que duelen dentro,
De las que no se regresa,
Como ilusión en el espejo.
Yo también tengo locuras desbordadas y abundantes,
Posadas en ojos de amantes diletantes
Que fugaces ahora existen en otra parte.
Y esta locura mía, que me brinda su armonía,
Que me mira y acaricia,
Me toma y me asfixia.
Esta locura mía alito de vida,
Camino encadenado con una única salida.
Esta locura mía sabrá lo que ha parido,
Se ha desnudado conmigo en esta noche aciaga,
Noche perturbada en la que ella y yo somos hermanas.
Lïz RA
TAMBIÉN TENGO LOCURAS
Mi cuerpo puso una barrera
Alrededor de los lagos.
Los ojos crecen
en los parques descuidados,
Llenos de polvo.
Es bonito
y está bien,
Que se disipen los humos
Y asentarse en la tierra,
Integrarse a la sociedad
De las hormigas,
a la bidimensionalidad
De las algas.
Atravesando el umbral
de los prejuicios
está el amor.
Yo también
Tengo locuras
Inenarrables
que nadie creería,
como serpientes que se arrancan
De mi cuero cabelludo.
Hablando del precio
Del jitomate
Escribo tu nombre.
Estoy en otra orilla,
Definitivamente
en otra orilla
De donde estuve ayer.
Tonantzin Rodriguez
TAMBIÉN TENGO LOCURAS
El farol está encendido esta noche.
El vendaval resonaba anunciando la lluvia.
La alondra madrugó para descansar.
El ciervo brama por las aguas,
todo un ejército acorazado
Acampa alrededor de un vacío.
Mi corazón se sobresalta,
No hay escapulario, no hay rezos.
Solo estas palabras
Anunciando que entre todas las cosas
Que tuve y que tengo,
La más peligrosa es que
También tengo locuras.
Arelis Juarez
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