LA HISTORIA DE MI NOMBRE
Mi nombre tiembla
Cómo enterrarlo si está vivo
Late en mi sangre y
al pronunciarlo abrazo la memoria de mis padres
De compañeros
De luchas
De hijos
De amantes
He dejado todo
Y ahora a él
La historia de mi nombre soy yo
María Julia
LA HISTORIA DE MI NOMBRE
En todos los países de la Tierra está mi nombre.
Detrás de ella siempre estuvo la muerte
abrazando su trofeo,
qué gran poder el de una pequeña palabra
pensada con el orgullo
de la conquista de un pedazo de tierra.
Danzábamos el baile de la Victoria,
al abrigo del viento, los siglos
se fueron fumando el mundo antiguo
de los romanos, los griegos, los egipcios…,
todos cantaban mi nombre al final de las guerras,
guerras con ventanas a este nuevo mundo,
Victorias sin soluciones duraderas.
La historia de mi nombre tiene solera y no pierde la memoria,
tampoco su brillo con los años,
su seguridad existe en todas las batallas,
al menos uno de los combatientes, en algún momento,
la canta.
Victoria con sus cabellos de fuego
sube de escalón en escalón, las ramas del olimpo,
su sede está en las copas de los olivos
y en la Pícea solitaria de Noruega.
Su palabra puede producir guerras en palacio,
con toda la artillería,
conducida por la conquista de una nueva tierra.
Creció con su confidente, la luna, la almohada
donde cubre con su manto los soles que duermen
como manatiales abrumadores, saltando las orillas
del enigma onírico.
En mi reloj de arena dieron las seis.
La alarma despertó a mi musa dormida
con versos adosados en sus enaguas
donde la guerra se desvanece para formar los límites
de mi nombre.
Mariví Ávila
LA HISTORIA DE MI NOMBRE
La historia de mi nombre
Mi nombre,
genera ecos imparables
que recorren cuál cometa
varios siglos entre estrellas
y alcanzan con sus apellidos
las más altas constelaciones.
Mi nombre, en su conjunto,
es caricia y fortaleza de mujer
atesorada en su cuarta generación.
Es melodía
que acaricia el sonido
de dos nombres
que tus labios pronuncian
con la más fina sutileza.
Mi nombre resuena como un enigma
cautivante en la voz
de la cúpula del tiempo eterno,
formando un gran coro
de voces maternales
que cantan al unísono
la más bella canción de cuna.
Dolores Granados
LA HISTORIA DE MI NOMBRE
Despedirme de él en vida
Tortura no imaginada
soportó conmigo prisiones,
condenas, silencios, fugas
Acarició libertad
se puso de pie y
volvió a acunar ilusión
Recobraría el brillo de aquellos días
en que al ser pronunciado orgullo sentía.
La sombra lo cubrió
En llanto sus ojos y casi sin voz
migró
Mi nombre tiembla
Cómo enterrarlo si está vivo
Late en mi sangre y
al pronunciarlo abrazo la memoria de mis padres
De compañeros
De luchas
De hijos
De amantes
He dejado todo
Y ahora a él
La historia de mi nombre soy yo
María Julia
LA HISTORIA DE MI NOMBRE
Fui concebido en una espumosa nube amarilla,
Mis padres, el viento y la luna, esculpieron una a una las partes de mi cuerpo,
Me lanzaron a la tierra como cometa ardiente,
Que en su trayecto llena todo de luz, calor y miedo.
Soy hijo de poetas y marineros,
De saetas y libertinos,
Doy paz a algunos y martirizo a otros,
No me vendo por nada.
Los pobres, son los que más me interesan,
Me interesan sus corazones atribulados,
Su falta de fe,
Sus entrañas ardientes y extraviadas,
Me interesan sus pocos escrúpulos y la tiña ardiente de su piel,
Sus miradas huecas, sus bocas secas.
El nombre me lo puso mi abuelo, rey de todos los universos,
Pensó que ante mí, su nieto, todo el mundo se arrodillaría,
No se equivocó, he visto morir a guerreros y reyes por mí,
He visto prescindir de la vida a mujeres hermosas
Creídas de fabulas inciertas en las que yo siempre falto.
Me gusta pasearme por veredas y caminos,
Nadie me espera, pero todos desean caer en mis mieles,
No es cosa fácil, por que cuando creen que me tienen, justo en ese momento me he ido
¿A dónde? No sé, a vagar por el mundo, a crecer en las flores,
O esconderme en las mareas.
Yo soy el amor, el dueño y señor de las almas,
Imperturbable y sencillo,
Alocado y tenaz.
Yo soy el amor,
El que construye nidos,
El que desgarra en sus fauces carnes fogosas, ilusiones, promesas,
Vidas entregadas, sin horizonte.
Agradecerás mi presencia
Y mi ausencia la sentirás como una flecha apasionada en medio del pecho,
Un dolor que no se puede apagar.
Ese soy yo,
Traicionero y pertinaz,
Por mi presencia mueren muchos
Y por mi ausencia me reconocerás.
Lïz RA
HAZTE HOMBRE COMO YO A VECES ME HAGO MAR
Como cuando era pequeña
y me sumergía en ti camarada.
Alondra ensayando sus vuelos,
golondrina que volvía a ti
en los párvulos veranos del sur.
Sabía de ti por tus vigorosas olas
golpeando siempre, siempre, sobre las rocas,
como empecinado deseo.
Leí a Neruda junto a ti,
en su “Oda al mar” conocí
las pobres cocinas del mundo.
Conocí a los pescadores
reclamando el pez de cada día.
“No agites tus crines” dice el poeta
y hazte hombre
humedece mis arenas
con tus atlánticos sentidos.
Yo me haré mar, sufriré contigo.
Los pequeños humanos te hemos hecho daño,
nos has regalado tus tesoros, tus más rumorosas rosas
y nosotros empecinados enanos
envenenamos con metales tus bellas entrañas.
Note enfades, padre océano,
somos pequeños ,a la vez que grandes
y te sanaremos, seremos tú, sufriremos contigo
y volverás a ser mi amante.
Ana Barletta
LA HISTORIA DE MI NOMBRE
Todo empezó con un balbuceo.
Las letras fueron combinandose
en líneas que forjaban un porvenir.
Pero como se es niño
se escribe torcido y
así sucedió también con mi nombre.
Lo reconozco
Soy una historia viviente
Hilos de colores tejen mi sangre.
Brotan de mis cabellos
Etnias, mestizaje perfecto.
Hay tambien en mi
Dialectos ancestrales
Que fueron después lenguaje.
Historias hablan en mi.
Y desconozco el significado de
eso que habla en mi.
Lo fui reconociendo en el espejo
que son los otros.
He dejado de pelear.
Ahora me parezco a una artesana
Poniendo vocales y consonantes
A coincidir.
Se desvanecen nombres viejos
Que apostrofoban mi nombre.
Y la sed devora, destruye
partículas viejas
dando paso a mi verdadero nombre
Donde no seré más yo
sino lo que me anime a escribir.
Y esa será mi historia
La historia de mi nombre.
Arelis Juarez.
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SI SOMOS MÁS PODEMOS SER MEJORES.