SIN HAMBRE Y SIN FE
Sin hambre, sin fe.
Parece una escena de película,
una película de terror.
En un patio, una mano,
un hombro de dimensiones diferentes
a un metro aproximadamente …
Cuerpos, cuerpos despedazados.
La Tierra está regada con sangre,
son nuestros hermanos,
Pero no son nuestros hermanos.
El planeta no se espanta.
La anestesia repartida a granel.
La fiesta espera…
“Trick or treat”
Qué cara graciosa la de la muerte, aquí!
La niebla cubre los hogares,
Los que están en las montañas más altas
para no ver nada, nada.
A la mañana siguiente
guardan su disfraz,
otros van a trabajar,
han bebido vino de consagrar.
La historia sigue sumando poetas,
Artistas, niños y niñas
Han perdido el presente.
La tierra ha girado
Nuevamente
Nos hemos encontrado con el sol
palabras de poetas, como estelas en el mar.
Ellos, desde sus tiempos sombríos:
“Dante, tú no tienes imaginación”
León Felipe, ¿cómo dices eso?
Más, lo veo y lo confirmo.
¿Reclamamos justicia? No,
están sordos.
Nos unimos para manifestar, no,
están mudos.
Sin hambre y sin fe, nosotros
con palabras como armas.
Arelis Juárez
SIN HAMBRE Y SIN FE
¿Sin hambre y sin fe?
¡Falta poco para salir de este encierro!
Gritaba con su silencio
Brillaba en sus ojos la libertad y
su sonrisa cual perla se escapaba tras las rejas
Amanecía expectante de la noticia final
Veinte años alimentando su deseo
Confiando en que la verdad reconocerán
Se acerca el día en que los abrazos la alimentarán
Despertará junto a su hijo y su cuerpo reparará
Acuna cada noche en su sueño esta imaginada realidad
Pero el cuerpo torturado, cual estaca en tierra, no le permite el pasado olvidar
Compañeras solidarias la intentan consolar
se repiten una y otra vez: ¡Es que ya no resiste más!
Pero ella acaricia el único refugio que huele a libertad
Espacio diminuto que le permite esperar
Hilo de ilusión que la lleva a atravesar
Celdas, rejas, cadenas, muros, saltar y volar
Agónica espera ¿ hasta cuándo resistirá?
Se preguntan las mujeres que a su lado están
Cual testigos se conmueven
ante esta lucha ejemplar
de quien no se deja arrebatar
Su hambre de justicia y su fe en la humanidad
María Julia Ardito
SIN HAMBRE Y SIN FE
“Ni Dios ni la mente,
sino el carbón, el hierro y el petróleo,
la materia real nos ha creado.”
Attila József
Las fauces del viento recorren los atardeceres silenciosos de agonías interminables.
Agitadores
pisoteándolos
sus caras pintan de hollín
desparpajos burlones
vendedores ambulantes de ilusiones.
El miedo golpea
almas temblando
entrelazadas en las huestes marinas
preservadas por la sal.
¿Calmar la sed?
La fe no es un remedio
cicuta
veneno mortal
de los desesperados que intentan cruzar las fronteras del miedo
haciéndose camino entre la hiedra dormida.
Oscilantes y taciturnos
ópalos rapaces entumecidos de frío
un río feroz espera,
deja pasar al más fuerte
a las frágiles liebres las devora, las engulle, el león ha cazado a su presa.
Jeil Parra
03/11/2023