NO TOMES DEL SUELO EL POEMA
No tomes del suelo el poema,
déjalo ser, como un río que fluye en la noche,
como cuidan las mujeres la siembra, sin apresurarla.
No quites al tiempo su misterio,
observa el reloj que gira en espiral,
avanza y rebobina sin avisar.
Deja de entretener tan solo tu mente.
Toca un árbol, el tambor, su piel.
Contempla las posibilidades de la belleza,
y entrégate como la idea a la pluma, como el colibrí a la flor,
Finalmente, escucha, solo escucha
el ritmo que anhela liberarse del control.
Carolina Díaz
NO TOMES DEL SUELO LOS POEMAS
Pegadas en el asfalto
me asfixian tus botas
sonoras y lejanas.
Ignorando el pavimento
de los demás.
Poemas pegajosos como lombrices,
escupidos,derramados,olvidados
cayendo por los balcones
de humedades instantaneas.
Y luego,otra vez el aire
de palabras desiertas,
de despedidas inciertas,
de encuentros sospechados.
Un tiempo con hematomas,
con tacto de terciopelo,
con miradas recluidas
y poemas por el suelo.
Y habrá pájaros sin nombre,
idiomas bien entendidos,
me desgarraras el alma,
para grabarla en un tilo.
Amor silbando al oido,
excitandonos la mente,
gritando por mis costados,
besando los omoplatos.
Encorsetados querubines,
pegados a las paredes,
y por el suelo poemas
hacen cama a los gorriones.
Ya se me fueron las ganas,
de esconderte entre edredones
prefiero beber champagne
mirando como la luna
esmalta las estaciones.
Mónica Herrero
NO TOMES DEL SUELO EL POEMA
El jugo asqueroso
Que corre en ríos por el asfalto
La tarde una tormenta
Y yo en vez de pájaro
balanceándome
yo en una silla mecedora
un frio de sin chaqueta
Y la emocion antes del susto
Otro relámpago
Gotas hasta los huesos
Un signo de grandeza
Y catarro a la mañana siguiente.
Hubo tantos maniáticos
Antes de mi
Y quien dice que no es un presagio
Aquel arbusto que arde
Cada año de nuevo
Y que el olor a otoño
resucita
como un recién llegado
haciendo una propuesta imposible
en el regazo de la más enterrada.
Hubo tantos maníacos
Grandes guerreros que hablaron
Y crearon
Quien se atreve a darles un nombre
Renglones
Y un saber que solo puede ser de hoy
Aunque viven a velocidad de mil vidas.
Y mi paso acelerado
sin duda
Y mi mente acelerada
Y no sé qué otro hay de mi para sentir tanto peso.
Ese peso
que viene del suelo.
Mi abuela es la primera en la fila
que monto para variar
despues viene Dios.
Con infinita confianza
rodea con sus ojos
a la vida
(mi abuela, no dios)
donde no hay.
Y ahora el otro
Vive con casas en música
por tendencia en bares
donde hay cabezas que vaciar.
Hace el amor
con lo que queda
de los demás.
En la calle desierta
charcos que puede
servicios que conoce
el del cierre,
siempre hay algo que nadie declara suyo.
Pierde el avión porque sí
porque hubo tostada con mermelada
y deja que sus hijos
vayan rio hacia abajo.
Viento por las brechas
de puertas y ventanas
Yo fuera
empapandome
exaltación de otro
me la bebo entera
me lo bebo
todo lo que sobra en esta tormenta
lo que está ahí caído
algo siempre cae
y es de nadie
me lo trago
me atraganto
con tanto barro
y tanta luz.
Si lo miro así
en el suelo
hay de sobra
Para miles de vidas más.
Laura Trat