PASAPORTE DE UN VIAJE
Sin papeles sin regla,
con espejos inversos,
con mochilas gastadas
de piedras,tropiezos
y palabras prestadas.
Habitaré lugares
de andenes cruzados
por vidas pasajeras,
mi futuro encoje las piernas
y no me reconoce,
va buscando destinos
de páginas en blanco.
Me guía por pasillos confusos,
se inventa los mapas,
improvisa las rutas,
y se guarda algún paraíso
en los bolsillos,
me va dejando migitas
para que siga buscando.
Me despido cada noche
desde la orilla de la cama,
me abrazo a tus alas,
viajo por la cordillera de tu pecho,
te suspiro olas,
en un lecho de algas.
En la aduana de las 7 de la mañana,
nos vacían las maletas de estrellas,
los insomnes vigilantes,
me custodian la alegría,
con mis pájaros de arena.
Y yo vuelvo otra tarde con pasaporte ilegal,
parece un lugar de ensueño,
y es la misma realidad!!!
Mónica Herrero
PASAPORTE DE VIAJE
El águila estampada
se ha cansado de devorar
víboras y ha escupido
el veneno de orgullo.
Cuando la sangre no es ajena
la ira se derrama sobre el abdomen,
y la gastronomía no atiborra
el grito que plañe los valores.
Se lucha por nombres, ideales,
la flora y la fauna, el suelo.
Pero no por el poder que pisotea
a sus ciudadanos o a la diversidad.
Para que manchar las manos
por esos traficantes que cultivan
en huertos, malformación,
que desnutre a nuestras raíces.
El cuero, verde oscuro,
que lleva puesto radia
la esperanza de un pueblo
con voz, mas las balas
han hechos agujeros
que incluso los bolsillos
del pantalón muestran
las hemorragias del almario.
Y es más fácil revestir
la ciudadanía por otra,
porque da miedo
ser rellenado por huecos
de justicia somnolienta.
Manuel Duran
PASAPORTE DE VIAJE
Era apenas un susurro, pero tenía pasaporte para escucharlo.
Y me lancé tras distintas constelaciones,
una exploración serena sin apuro, sin certezas.
Descubrí que no es llave todo lo que abre puertas.
Quiero el abrazo de la selva, el lecho del prado y también quiero mar
escuchar el viento del desierto y la canción del coral
contemplar con ojos frescos lugares ya recorridos.
Quiero girar el mapa y andar sin parar.
De antiguos rezos, tejer nuevos mantras,
Y de mis huellas los versos bordar.
Carolina Díaz
PASAPORTE DE VIAJE
Misa negra en la noche.
Hay una mano que sale del monte
y otra más suave
en el camino de ida,
¿te acuerdas?
La madre que labra el campo
hasta acabar,
el pueblo que sólo conoce el tiempo
del trabajo aún no hecho.
El sueño en la oscuridad
de nuevas fuerzas
un olor a leche fresca
el peso de hierbas salvajes
y el ganado como oro rumiando
en el rocío matutino.
Tu, viajero, ¿que ves desde la cima?
La espuma de tus deseos
se extienden como nubes
en la suavidad de un vuelo.
La hierba está para recoger,
puede que la escuela termine antes,
en la hoguera está la sopa.
Así se construye el templo en la aldea
y se avecina una tormenta.
Viajero, de viajes
todo blanco
a punto de caer
vive
otra expedición más
quiere
quiere tanto
quiere vivir
siempre de milagro.
Laura Trat