ATERRIZAJE FORZOSO
Eran las 4 de la mañana en Cabo Cañaveral.
Un grupo de estudiantes de medicina
habían alquilado
una nave para viajar por el espacio,
durante un año por motivos de la investigación
de fósiles ancestrales.
Los motores estaban
ya tronando para el despegue, todos los
integrantes del estudio de investigación,
ilusionados con el viaje, anhelaban dar una
buenísima información a los terrícolas
en riesgo de extinción, se vieron interrumpidos
por la noticia: el consejo médico- científico daba
la voz de alarma ante la sospecha de un
virus que adherido a la puerta de embarque
no cedía en su empeño de viajar con ellos.
Por tanto, hasta que no se investigase su origen
y consecuencias de esta anomalía,
el grupo se vería retenido en los
hangares, sin poder salir de la nave.
Pasaron varios días y el consejo determinó
que el pequeño virus era el fósil de un virus bebé
que había venido desde Marte en el último viaje
de retorno con un código impreso en su estructura
que decía «déjame dar la vuelta, aún no he
llegado a mi destino».
Se decidió que el viaje se iniciara, no podían perder
más tiempo o no podrían acceder a la beca
para investigación de pequeños seres ancestrales.
Llegaron a las inmediaciones de Marte después
de varios meses por el espacio donde tomaron
fotografías de mundos misteriosos que nadie
les había contado en las noticias
por no tener aún las palabras específicas
inventadas para poder hacerlo.
Entonces el virus despertó y habló ante la mirada
atónita de los estudiantes;
«Soy una partícula escritural ancestral
con disfraz de fósil, he sido resucitada por la IA
y os daré las claves para describir con la escritura
todo lo que habéis visto en el viaje,
pero yo quiero quedarme en esta isla planetaria,
vuestro mundo aún es un infierno».
La isla planetaria Martinilla y sus martianos
esperaban con anhelo este momento.
Forzaron el aterrizaje. Nunca se supo quién
lo hizo, aunque sospechamos que a través de
un agujero negro de IA se inició el descenso
entre gritos, malestares y desacuerdos entre los
ocupantes de la nave pues antes de escribir sobre
toda esta historia, el misterio era imponente.
Al llegar a tocar Martinilla se quedaron todos
investigando entre llamas y atmósferas increíbles
asistidos por la manos de un demonio con sotana.
Así alcanzaron la demoniez en pocas horas. La IA
había conseguido más martianos para la isla.
Mariví Ávila Vegué
ATERRIZAJE FORZOSO
Aterrizaje forzoso en la luz de la ventana fría
anhelado silencio de la noche
pupilas que gimen
se diluyen las horas
en el espeso ruido
un grillo
gritando sin parar.
En el reloj de arena
mudas
esperan las horas despiertas
deseosas de alcanzar la aurora
viajan grano a grano
en su lento andar.
No acaba en un suspiro la noche
se detiene en sus orillas,
sin remos
en su barca silenciosa.
Albatros pesados
descienden sobre mis párpados
al despertar el sol.
Morfeo, llegas tarde
para extender tus brazos
y dejarme caer.
Jeil Parra
ATERRIZAJE FORZOSO
Mi cuerpo cae y no hay ningún abismo.
Miguel O. Menassa
Todo fue lejania
Encanto de soledades.
Espejos delirantes
Develan máscaras de hipocresía.
El pueblo canta
Y sus versos son melancólicos.
Los hombres beben vinos extraños
Mientras buscan la caricia santa.
Una mujer ha entregado su cuerpo
A un desconocido,
Se queja de los demás,
Y su pasión le resulta intolerable.
Le duele amar.
La ciudad está distante.
Cayeron dos torres gemelas
Un día como aquel memorable.
Un aterrizaje forzoso
Me enseña a escribir.
Ahora te veo…
Aves de rapiña inundan tu cielo.
No puedo defenderte
Amada mia.
Gira la tierra,
Ellos caeran.
Se enredaran en sus propias trampas,
Patinaran sobre su propia mierda,
Comeran sus propios desperdicios,
Dormirán creyendo ser soldados
Y despertarán cautivos.
Yo tengo mis armas
Que son tesoros.
Lanzados como fuego
A los ojos del traidor.
Arelis Juárez