A mi mujer, 19.3.2023

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A MI MUJER

Aún jóvencita, aprendiz de mujer,
como la sirenita de Copenhague,
sentada en una piedra
pongo a una doble frente a mí,
y converso con ella.
La ley de la lectura, dice,
vamos a cosechar
un caudal de bellos frutos
para bordar al mundo.
El bellocino de oro
está en los libros,
son baules escondidos esperando la luz.
Desnuda tu timidez, y podrás explorar
en tu interior de ninfa adivina
el lugar donde eran felices las cuentas de cristal
ahumado de tus tiempos en Fenicia.
Podrías explorar el poder de tu mente,
le digo a ella, al caérseme un hombre
por la ventana del destino
o al lago cristalino del saber inconsciente,
podrías soplar mi superficie de arcilla
hasta formar un cono lleno de detalles
para la música de la paz entre ellos,
Podrías imprimir la fabrica de chips contra
el dolor de lo encontrado.
Explorar ese fondo marino que te hizo salir
a la superficie para guardar un sol en tu mirada,
abrir los secretos vientres incautados por
el látigo del miedo, ver a través
de la oscuridad, que es falta de luz,
y encender mi niebla oscura,
por ella saliste del fondo
de los mares hacia la luz
válvula que se acciona en un acanto vespertino
fingiendo ser una lombriz bella
en tierra desconocida,
que remueve, airea y enriquece
transformando la entraña
de los tesoros al digerirlos.

Roberta la vecina

A MI MUJER

Está todo preparado ya,
el camino y los aperos,
las semillas, la azada y la hoz.

Los pesares deben esconderse en una esquina oscura.
Los andares deben ser de hormiga proletaria,
artesana que teje ovillos de espigas.

Mujer ciprés, erguida al cielo,
ramas ardientes inventando anhelos.
Mujer higuera, nido de pájaros,
sombra en primavera.

Cuando aprendamos a conversar,
nacerá la mujer, poblada de océanos,
trasmutada en humana palabra.

Compañeros, compañeras
busquemos a esa mujer,
que puede crear pájaros con su energía .

A mi mujer le hablaría,
le diría que esté tranquila, que todo está preparado ya
solo es necesario andar el camino.

La verde Rosita

A MI MUJER

A mi mujer hoy tengo que decirle
no desfallezcas
sigue caminado aún con el sol en tu espalda
eso duran las manecillas de un reloj.

Vendrá el crepúsculo con sus colores
y le dirá a la noche que te arrope con su sábana de Estrellas
y a la luna que alumbre tu sueño.

No claudiques mujer
en tu alma vive los poetas y también las vestías
no temas
has una fogata
aprende a convivir con todos.

A veces eres lirio o un mar de azucenas
un tiempo
un vértigo
un descanso
un sociego
amar es poco a poco
no te escondas.

Entrégate a tu sueño
déjate caer en sus sierpes
sin miedo
no pelees
entrégate.

Hubo un tiempo donde tu nobleza era castigada
la ingratitud era una vela sin regazo
en el tejado los relojes esperaban
y en tu cama un río desbordaba.
los días muertos se han ido.

Ha llegado la vida
otros, mujeres y hombre te acompañan
sus almas son la luz de los astros celestes
ellos no te dejarán.

La Pura

A MI MUJER

Vine a este lugar
Y en mi cabeza
Revoloteaban mil pensamientos
Como mariposas entrechocando.

Mis ojos hablaban del diluvio
Que había arrasado con todo.
Todo había terminado o
Todo estaba por nacer, verdaderamente.

Quien sabe si lo había dado todo
O bien, nunca había nada; no lo se?

Mi mujer,
Te vi salir con un misterio
Tímida, en silencio.
Y te veo hoy entre montañas
Llenas de copos de nieve
Asombrada
Conquistando una tierra
Inimaginable.

Un horizonte abrió para ti caminos,
Entraste y creces
Más de lo que crees.
Algo se ha perdido
Y eso es indiscutible.
Un beso que no se dará más.
No se pudo!
Esa fue la sentencia
Que tu martillo resonara en mi corazón,
En esas noches de ruido
Cuando te despilfarré mi amor.

Ingresaste descalza
A tu nuevo cosmos
Y tu cuerpo se forma femenino.
Hoy pido al juez que vive dentro de mí
Que deje de rugir por errores pasados
Que me espera el presente.
Mi mujer, mi obrera,
Mi felicidad nace de ti,
Luz de mi vida.

La Hindu

A MI MUJER

No existe ninguna huella igual a la tuya.
Te puedes mirar una y mil veces al espejo
y preguntarte: ¿Quién eres?
¿Qué esperas de ti misma?
Tal vez, veas a través de ese cristal sublime
a la niña o a la joven
que de sus miedos adolescentes ya no huya.
¡Quien pudiera conocer el corazón de la mujer!
Lo que detrás de sus ojos esconde… quién lo sabe!
Si tantas veces ni yo se lo que quiero de mi misma
¿Amarme? Me amo si!
A mi mujer, detrás del espejo también la valoro
pero tantas veces la he maltratado,
la he incluso odiado…
Soy mi propio complemento
y sin embargo, muchas veces
no me quiero, no me cuido,
no encuentro mi propio centro
siendo de mi misma
el más preciado elemento.
Hoy no importan ni mis errores pasados
Ni siquiera los futuros…
Hoy, mañana y siempre quiero ser yo y después de mi
también primero yo…
Mi mujer, la de detrás del espejo
también se quedará a la cola del destino
Porque soy yo y no mi reflejo quien
lleva puestos los latidos
de un futuro que se torna
expectante de ilusión ante mis ojos.

La máquina

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