Selección de poemas 2023.02.23

-

Seguimos leyendo poesía erótica del blog EL SEXO NO CAE.

EL MAR

Como en un lecho me tendí en el mar.
Hechizada por musgos y por linos
tuve acoso de brazos peregrinos
que me echaban las ondas al pasar.

Contra mi carne se batió el azar.
El agua -furia, vértigos y vinos-
se entretenía con los bordes finos
de mis caderas, blancas de esperar.

Entonces: grave, pálido, insereno,
llegaste como llega siempre el mar
y tu mirada me rompió este seno.

Ni Dios mismo nos pudo separar:
cuando una ola te volvía ajeno
entrabas en mis piernas con el mar.

Carilda Oliver Labra


LA CASADA INFIEL

Y que yo me la llevé al río
creyendo que era mozuela,
pero tenía marido.
Fue la noche de Santiago
y casi por compromiso.
Se apagaron los faroles
y se encendieron los grillos.
En las últimas esquinas
toqué sus pechos dormidos,
y se me abrieron de pronto
como ramos de jacintos..
El almidón de su enagua
me sonaba en el oído,
como una pieza de seda
rasgada por diez cuchillos.
Sin luz de plata en sus copas
los árboles han crecido,
y un horizonte de perros
ladra muy lejos del río.

Pasadas la zarzamoras,
los juncos y los espinos,
bajo su mata de pelo
hice un hoyo sobre el limo.
Yo me quité la corbata.
Ella se quitó el vestido.
Yo el cinturón de revólver.
Ella sus cuatro corpiños.
Ni nardos ni caracolas
tienen el cutis tan fino,
ni los critales con luna
relumbran con ese brillo.
Sus muslos se me escapaban
como peces sorprendidos,
la mitad llenos de lumbre,
la mitad llenos de frío.
Aquella noche corrí
el mejor de los caminos,
montado en potra de nácar
sin bridas y sin estribos.
No quiero decir, por hombre,
las cosas que ella me dijo.
La luz del entendimiento
me hace ser muy comedido.
Sucia de besos y arena
yo me la llevé al río.
Con el aire se batían
las espadas de los lirios.

Me porté como quien soy.
Como un gitano legítimo.
La regalé un costurero
grande de raso pajizo,
y no quise enamorarme
porque teniendo marido
me dijo que era mozuela
cuando la llevaba al río.

Federico García Lorca


LA INEXISTENCIA DE LA VAGINA

Querida: Buscarme entre recortes, hallarme en alguna sonrisa desconocida. Escuchar el murmullo de tu corazón en el mismo momento que me matas. Bruja olorosa y febril, entre tus piernas, entre la sagacidad de tus muslos, vuelvo aunque tú no quieras, vuelvo a encontrar perfecta y más que silenciosa, silenciada, la joya marina, hueco de tu ser, al que por más que intento, no encuentro equivalencia.

Porque si mis ojos son a tus ojos los ojos del universo. Y mi boca en tus pechos, simple ecuación donde el recuerdo vivo ahora entre nosotros, no permite saber de quién son los pechos y de quién la boca.

Y acepto, mi amor, que mi culo es a tu culo, nuestra igualdad definitiva. Y tu clítoris es a mi pene la representación de un sentido, más que tus órganos en competencia.

Tu vagina, mi amor es la experiencia de una verdad inexistente. Algo que no tiene con qué compararse, no puede medirse y algo que no puede medirse, no sólo es infinito, sino también irracional y por lo tanto, tarde o temprano, su desarrollo terminará cuestionando los sistemas de medida. Por todo esto quiero decirte, que la vagina no existe.

Viejo Feliz

Miguel Oscar Menassa

Compartir

Novedades

A BAILAR, A BAILAR QUE LA VIDA SE VA

LA FAVORITA HIJA.

PEDRO SALINAS

Categorías Principales

Comentarios