FUI BIEN HALLADA
Si fui bien hallada en un silencio
con ruido injurioso, descabezado,
es porque había nacido la loba
convertida en jirafa para
alcanzar los frutos más altos.
La jirafa soñaba con violines y arpas
con cofres custodios de las notas
de alegría de mi llegada a la Tierra entre ternuras,
vinos aromáticos, mantillas bordadas en sedas
orientales, jazmines y otras válvulas vivientes
como palabras acuñadas en tono de ovillo
compañía de la madeja que enjuga
el llanto de mi infantil corazón
con destino laberíntico
de adolescencia sin palacio;
viaje por el alma aprisionada,
llave para el brote de la primavera.
A mí me hubiera gustado
recolectar enjambres de sueños cinco estrellas,
y caballos alados en libertad,compañeros de mi
juvenil soledad, mis poros hermanos,
con hermandad de luz para la ruta de las fresas.
A mí me hubiera gustado que mis alfareros
se tornaran en macetas, las que me
vendían sin flores cuando la luna se desmayaba
en mis ojos y las frutas derretían su azucar
en manos de las ranas y así plantar mis lilas en ellas
encontradas.
Así, enamorarme de la Tierra,
descubrir sus obstinados jugos de arco y flecha
sexo y madera, cabellos voladores transformados
por la luz en celestes cuevas de flor naciente,
penetrar en sus secretos, en el misterio del violín ,
recorrer efímeras alturas con
visiones de un corazón de azahar
en la inmensidad del mar,
así me hubiera gustado recorrer
todas las escalas de la vida
llenarla de sonidos desiguales, marítimos,
aventar las ideas que habitan bajo la tierra
a 5000 kilometros de profundidad.
Allí buscar a dios para clavarle un puñal
y extraer de su corazón el latido
de un mundo con ciudades
hambrientas de saber no de pan
porque se inventaron las tíldes
y por qué los fantasmas son esclavos de los hombres
y los hombres son humillados por sus fantasmas.
y por qué este silencio que no me permite llegar
al núcleo de este poema.
Mariví Ávila
FUI BIEN HALLADA
“Estoy al borde del precipicio atada a un sueño.”
Helena Trujillo
Fui bien hallada
rota por la salitre marina
por el fuerte oleaje
que golpeaba mi pequeña balsa.
Me hundía en la esperanza
me disipaba en la niebla
temblando de frío en las borrascas
o acantilados.
El amor me encontró un día
me tendió su mano
con suaves palabras me dijo
tu tranquila
ahora, serás bien amada
te llevaré a vivir
aprenderás a gozar
aprenderás a amar.
Me llevó a un lugar alto
me mostró el camino
me dijo: anda
trabaja,
se humilde
escribe
siembra en este paraíso de palabras.
Jeil Parra
FUI BIEN HALLADA
A veces una parte de mi se mí se muda a Saturno,
y se envuelve en párpados de orugas.
Mientras tanto, mi cuerpo sedente,
que no va a ninguna parte,
Escucha a mi matriz inquieta y
Asoma mi nariz por la ventana.
Yo orbito lentamente alrededor de tus ojos abiertos.
Soy una mujer en medio de aguas mediterráneas,
con las piernas desnudas y los vestidos ligeros,
tiburones me acechan
y la fuerza de las olas gigantescas retiemblan en mi seno,
me siento firme,
pero los ecos resuenan en mis mejillas risueñas,
de frente al sol persevero.
Estoy sintiendo la necesidad de buscarte,
pero tu piel está tan lejos de mi geografía.
Botella al mar,
Entre dedos de tritones que no saben leerme
Mi tinta se deshace
en gargantas de peces sin escamas.
Fui bien hallada entre las olas,
la palabra “hola”
ha sido prohibida en todos los idiomas
Y en todos los oceanos,
Mi vientre conectado a mis dedos
te acarician a través de la pantalla,
Para este mundo,
Soy un fantasma.
Despertar entre los tigres de Bengala,
Esta noche no duermo
Mi atención se refracta
en ángulos de espejos rotos,
mi intelecto se desgarra y se moja,
Se quedó enganchado
Y grita sordamente en uno de ellos.
Hoy tal vez debería de escribir una carta,
mi garganta está lloviendo,
Quiero decir gracias,
por estos dedos que se extienden
a través de teclados y pantallas
agradezco los corales y las piernas
que me acercan como cuentas de colores hasta España.
Tonantzin Rodríguez
FUI BIEN HALLADA
Te pensaba en encuentros de pétalo
en rumor de alas,
te encontré en pactos de palabra
en tangos bailados con Cupido.
Te pensaba en cielos párvulos,
cándida suavidad de lirio.
Te hallé en trémula aventuras,
con David navegué en una góndola veneciana.
Barruntando esos arcanos
soy papel escrito,
ese libro camarada sale a mi encuentro,
ya no te necesito.
¡Te extraño esos sí!
El timón del psicoanálisis
eclipsó embelecos, puntuó inhibiciones.
Tatuó en mi piel aromas de jazmín
contigo y también contigo.
Cuando vuelvas
te recibiré con mis mejores galas
te recibiré
vestida de versos.
Ana Barletta
Tierras que me acogieron
En tiempos de renuevo.
Fui bien hallada.
Almas nobles encontráronme!
Manos alfareras,
Manos artistas.
Tejidos de palabras fabricaron y arropáronme.
Las interrogaciones acumuladas en la garganta,
Invadían el silencio.
Tantos desconocidos,
Lenguaje que no escuché al nacer.
Anhelaba mis callecitas en par.
El volcán aquél
En mi camino
Y mis ilusiones al crecer.
Tierra que me pariste
Te llevaré conmigo en un canto!
Fui bien hallada,
Nuevo nido, a salvo.
En la rama del árbol
Oriundo del sur de Europa.
Arelis Juárez
