Esta vez leímos diversos autores y poemas, que ya cada vez nos van sonando más, gracias a este trabajo subjetivo, que es el permanecer. Cerramos con mucho agradecimiento este año poeticamentete tan fructífero para nuestro taller de poesia de los jueves y nos vemos a la vuelta.
Gabriela Mistral
PINOS DE NAVIDAD
A la medianoche justa,
en llegando el Bienvenido,
los que se durmieron hombre
se van despertando pinos.
Los gigantes son nonada,
los fuertes son temblorcillo,
y la Tierra sube y sube
por los brazos de los pinos…
Los bultos de gladiadores,
de almirantes y caudillos
serían escamoteados,
que esta noche manda un Niño…
Pesaban los animales,
las montañas y los ríos;
pero ahora pesa el mundo
lo que la aguja del pino.
El aire no huele a fruto
a flor, ni a viento marino.
Huele a renuevo de un día,
al Dios-Chiquito, al Dios-Niño.
De ramos verdea el mundo
porque está bajando un Pino,
¡rompe el aire, da en la Tierra
y posa el pie a lo divino!
Miguel Oscar Menassa
SOCORRO NO PUEDO DETENER MIS PALABRAS
Este año quiero comenzar el año
brindando y no escribiendo
como todos los años anteriores.
Brindo por la revolución
porque nací en su tiempo
y por ser éste el tiempo de la furia
brindo por el amor a la revolución
y en ese amor
bebo la sangre y, también,
bebo la poesía de la revolución.
Levanto mi copa cual estandarte
para brindar por la mujer
porque Ella es de la revolución
su poesía.
Brindo por el hombre que no podré ser.
Tiro el contenido de mi copa
a la tierra
y brindo con los muertos.
En mi copa vacía penetran
los espíritus burlones
y poéticos de la noche,
y yo me los bebo
no sólo para divertirme
sino también,
para brindar contra la muerte.
Oscuridad para las luces
que huyen de mi cuerpo
violencia de claveles afiebrados.
Me detengo en la mirada de los amigos
para llenar mi copa con este verso.
Arranco de la espesura de la mañana
palpitantes estrofas.
Dejo caer sobre mi cuerpo
vertiente iluminada,
licores y sueños.
Hundo mi cuerpo con babas perfumadas,
polvoras humedecidas por el llanto,
olores de una revolución asesinada
y brindo por mi Patria.
En el intento de universalizar mi canto
pongo sobre mi cuerpo
las sedas del ocaso
terráqueo sin medida
palabra rota
descuartizado ser
hacia el espacio
brindo por mí.
Delicado y fugaz
me parto en tus entrañas,
como el cristal del tiempo
como el cristal que suena
en la garganta cósmica
canción del Universo.
Hago de las astillas una flor,
dejo que los más pequeños,
rompan la flor entre sus manos
y arrojen al viento
las partes más bellas de la flor.
Caballero de la poesía
monto en pelo
a lo indio
una yegua con alas.
Pedro Salinas
DAME TU LIBERTAD
Dame tu libertad.
No quiero tu fatiga,
no, ni tus hojas secas,
tu sueño, ojos cerrados.
Ven a mí desde ti,
no desde tu cansancio
de ti. Quiero sentirla.
Tu libertad me trae,
igual que un viento universal,
un olor de maderas
remotas de tus muebles,
una bandada de visiones
que tú veías
cuando en el colmo de tu libertad
cerrabas ya los ojos.
¡Qué hermosa tú libre y en pie!
Si tú me das tu libertad me das tus años
blancos, limpios y agudos como dientes,
me das el tiempo en que tú la gozabas.
Quiero sentirla como siente el agua
del puerto, pensativa,
en las quillas inmóviles
el alta mar, la turbulencia sacra.
Sentirla,
vuelo parado,
igual que en sosegado soto
siente la rama
donde el ave se posa,
el ardor de volar, la lucha terca
contra las dimensiones en azul.
Descánsala hoy en mí: la gozaré
con un temblor de hoja en que se paran
gotas del cielo al suelo.
La quiero
para soltarla, solamente.
No tengo cárcel para ti en mi ser.
Tu libertad te guarda para mí.
La soltaré otra vez, y por el cielo,
por el mar, por el tiempo,
veré cómo se marcha hacia su sino.
Si su sino soy yo, te está esperando.
Villancico Grupo Cero
Señor Jesucristo Amado Señor
Señor Jesucristo,
amado señor.
Hoy vengo a contraerle
La vida de mierda
que me hacen vivir
no es vida, es nada
por eso, amado Jesús,
yo vengo a contarte
que el mundo llamado tierra
está muy mal gobernado.
Ya casi no hay
ni educación ni cultura
y recortan la salud
para acortar nuestra vida.
Castigan a los honrados
y dan premio a los ladrones.
Señor Jesucristo,
amado señor.
Es tan grave lo que pasa
que yo estoy confundido
sin saber si debo pedirle
una ayuda o perdón.
Señor Jesucristo,
amado señor.
Hoy nace la vida,
hoy nace el amor
pero también nace la protesta
nace hoy.
Señor, Señor,
fíjese nosotros,
esos de ahí abajo
no comen comida
desde hace 10 años
y aún mire y miré más abajo.
Delgadez extrema
raquitismo feroz,
muchas enfermedades
infectocontagiosas.
Y nadie las medica,
nadie las cuida.
Morirán envueltos
en sus propios
excrementos.
Y alguno de ellos
se salva por milagro
y tiene algunos hijos.
Todos muy deformados.
Eso es el pueblo
dicen los poderosos
para qué dar salud,
educación y cultura.
Y yo le pregunto,
Señor Jesucristo
si eso que hacen
no se llaman delitos.
Delitos muy graves
mi joven poeta
que ya pagarán
en la tierra y en el cielo,
en la tierra y en el cielo…