ANOCHECER EN MANCHESTER – RELATO
En uno de mis cortos y apasionantes viajes recalé una mañana en la
ciudad de Mánchester. Me aconsejaron presenciar sus majestuosos
crepúsculos y allí estaba yo, esa tarde que de alguna manera cambió el
rumbo de mi vida.
Creo que tuve un sueño, de aquellos que expresan anhelos,
pensamientos que hablan en forma plástica.
Mánchester y su ocaso ardiente me transportaron hacia mi querida
Florencia italiana.
Ya bien instalada en mi sueño estaba bajo el sol, en una plazuela junto
a la Academia florentina. Me habían contado que allí era donde
Buonarotti hacía sus bocetos, sus dibujos.
Con seguridad, debido a mis últimas lecturas, ¡el gran maestro
apareció en mi sueño,allí a mi lado!En su mano llevaba un anillo, un
escarabajo de lapizlázuli que en el índice del gran maestro irradiaba
destellos azules y rojos. Este esccarabajo, tallado en Egipto perteneció
a la reina Neffertari y ¡ahora yo lo tenía delante de mis ojos! Un niño
mago le había dotado de sentimientos humanos, y además podía
expresarlos, habiendo participado de 3000 años de historia.
La exquisita joya fue construyendo este sueño, me relató que el gran
maestro estaba esculpiendo a su amado, un joven efebo, que por su
hermosura tenía absolutamente enamorado a Buonarotti.
Miguel Ángel, dijo el escarabajo, lo esculpía en su taller, donde la
atmósfera era blanquecina, el mármol flotaba en el aire.
Yo, tremendamente sorprendida de estar frente al gran maestro, el
eterno Buonarotti y poder disertar con una joya egipcia, pregunté todo
lo que pude.
-Escarabajo,¿ qué sabes del gran maestro?-
-Es apasionado, de dijo, como todo gran hombre, tiene arrebatos de ira
muy a menudo, especialmente cuando su amor se va con otros por ahí,
por nada, porque es joven. En una de la lúbricas salidas de su amado,
Buonarotti tuvo un arrebato de ira tan colosal que el efebo, asustado,
postrado a sus pies le prometió fidelidad eterna; juramento que por
supuesto no cumplió-
Supe también, me lo contó el escarabajo, que el maestro esculpió sus
más bellas obras cuando su amado posaba para él.
Cuando desperté era ya de noche, sin embargo la imagen del gran
maestro persistía en mí. Las manos de Miguel Ángel con el escarabajo
en el índice, parecía que me hablaban.
Crea, escribe, dijeron, para estar en el mundo. Lee para conocer otros
mundos, otros crepúsculos, otros amaneceres.
Y aquí estoy hoy, contando esta historia, que no sé si ocurrió, si fue un
sueño, si pertenece al siglo XXI o al XVI, pero esa cuestión es ya otro
sueño.
Ana Barletta
ANOCHECER EN MANCHESTER
Anochece temprano en tus calles
pero nos guarecemos de esa oscuridad
en tus regalos del pasado.
Vamos a descubrir la luz
en bibliotecas victorianas
fragmentos de temprana luz,
obras humanas de brillo intenso.
Aquí no hay anochecer ni amanecer
somos pasajeros de un libro con escenas
de Harry Potter, rincones mágicos
como catedrales góticas.
Aquí amanece lo más antiguo de la escritura
con pasajes de la Biblia en San Juan,
novelas de Dickens, sonetos de Shakespeare…
Antes del anochecer nos bañamos de tu historia
desde la época romana hasta la revolución industrial.
Te pareces al Bilbao de los altos hornos,
con la primera línea ferroviaria del mundo
y tu naranja mecánica.
Sin embargo, no hubo semillas de poetas
para ti, desde ti.
Aquí mi anochecer en vos:
El terror en el Manchester Arena se apoderó de ti
silenciando las voces de los niños.
Perseguimos el día en las campanadas de la réplica del Big Ben
de Londres y en tus pechos de mujer,
madre de Rolls y Royce, Simple Red, Stone Roses
Oasis…
tu música, el silencio de las bombas.
Mariví Ávila
ANOCHWCER EN MANCESTER
Era una tarde muy bella
Era mi primer tarde en Manchester.
Un conocedor de la Ciudad me guiaba,
Era una estación del tren, en remodelación.
Él, era un deportista, fotógrafo… un vendedor.
Solía sacar dinero de todo lo que sabía
Me dijo.
Y yo que había llegado hasta aquí para descansar.
Me había puesto a pensar y a caminar
A conocer esta bella ciudad
Que no puedes conocer si no ves a fondo las cosas,
Me indicó.
Yo quería ver el futbol, él…
Conectar con varios países de Europa.
Me habló de las injusticias en su país,
Al que no quisiera volver.
Me habló de democracia, de comunismo
Y yo carente de mucho conocimiento en la cuestión,
Solo afirmaba con mis gestos y sentí pena
Por el atoramiento en su pobre cabeza.
Antes de despedirnos, él a su viaje sin destino
Y con dinero,
Y yo con muy poco dinero
Solo quería una fotografía en aquella estación.
Me había llamado la atención que en Manchester
Siempre se está en remodelación.
Nada es estático en Manchester
Todo funciona pero puede mejorar, creo, era la visión.
Así que quería una memoria de ese momento
En el que a veces estás en pausa
En remodelación
Y no puedes ver la obra pero si disfrutar del cambio.
En aquel andén le dije adiós a aquel hombre,
Vestía muy anticuado.
En aquel andén miré mi destino, mi recorrido
La gente que puedo amar, deseé ser hermana del mundo.
Volví a casa con la sonrisa más agradable de mi vida
No sé si se me miraba en el rostro
Solo la podía sentir en el alma
Y escribí estas palabras, no sé para quién.
Arelis Juárez
ANOCHECER EN MANCHESTER
Mánchester es un gato de patas cortas que vive en Rusia con un hombre llamado AlexanderUshakov. Eso yo no lo supe hasta que me dispuse a investigar un poco acerca de Manchester, la ciudad. El hombre lo llamó así porque su equipo de fútbol favorito es el Manchester United de Inglaterra, lo que me recuerda que en este momento está ocurriendo el mundial de futbol en Qatar, eso no me interesa nada, pero también me recuerda que hace poco escribí algunos versos para mi gata, que se llama Deeksha, pensando que podrían servirme en el futuro para algún
poema:
Enséñame a confiar como tú confías,
Tus orejas se elevan hacia el cielo
como cúpulas divinas
y tu cola conversa con las sierpes del jardín
Miles de pulgas peregrinan sobre tu lomo.
Tonatzin Rodríguez