Yo te conocí una tarde
Yo te conocí una tarde,
con sus márgenes intactos,
una tarde repleta de tiempo,
de futuro, de deseos.
Tarde cósmica subiendo por mis pies,
caminando hasta tu boca,
rodeando tu cintura,
anocheciendo al revés.
Cenamos sopa de letras,
escribimos las promesas,
ingeniamos una vida
con sorpresa y sin recetas.
El mundo nos lo comimos,
en esa tarde cualquiera
de mariposas efímeras,
de jazmines pletóricos,
de ilusiones diastólicas,
de amaneceres eternos.
¡Yo te conocí una tarde,
y se me incendio mi casa!
Mónica Hererro
Yo te conocí una tarde
Era una tarde cualquiera pero de pronto!
¡Comenzó a nublarse todo! No se podía distinguir si aún el sol estaba o si desgraciadamente se acababa de ocultar.
No pensé que ibas a venir, pensé para mis adentros que quizás no vendrías, en el fondo deseaba que te quedaras, que no vinieras, yo no estaba bien, no fue un buen día para mí.
Pero de pronto escuché la corneta de tu carro, estabas abajo, me esperabas con una sonrisa y atrás estaba el niño, aguardaba callado, nos observaba mientras nos saludábamos.
En la medida que descubrías mi malestar te ibas contagiando de mi desagradable carácter, discutimos y eso no me gustaba, me hacía sentir muy mal, además que estaba el niño, observándonos, no lo veía, solo sentía sus ojos que me miraban, eso me avergonzaba.
Me gritabas, lanzando con fuertes expresiones tu concepto acerca de mí, eso me enojaba mucho más!! Cómo te atreves a resentir de mí!! Era lo que me faltaba para completar el día!!
Empezó a llover, muy fuerte! Así como yo lloraba por dentro. El cielo se tornaba gris, como si se enfadara con el Sol, ese Sol que era yo y tú eras la nube gris!!
Estaba descubriendo que no te conocía! Siempre habías estado para mí, escuchando mis lamentos, comprendiendo mis penas, ya no eras tan dosil ni amable como otrora, te tornaste como aquella tarde oscura y hostil.
No quiero seguir, déjame aquí! era un malestar muy grande, era algo tan desagradable tener que rechazar y evitar lo que tanto se ama! No te quiero más !! gritaba! Voy a recordar muy mal aquel día!
Yo seguía gritando no sabía cómo eras hasta hoy!
YO TE CONOCÍ UNA TARDE.
Amalia Rondón
Yo te conocí una tarde
Un poco de piedad,
dejad tranquilo al buscador.
¿Por qué habéis escondido tantos tesoros?
Adicto a la completud
ahora los quiere encontrar todos.
Primero me encantó su brillo,
la emoción, que resplandece en los rostros
y quería mirar en cada rincón
para asegurarme.
Pero una tarde vi el producto tirado,
vuestro logotipo impreso en una bolsa barata
y la luz palideció.
Fue la tarde en la que te conocí.
Laura Trat