Continuación de la lectura del libro Antología de la poesía heroica y cósmica de la poeta Carilda Oliver Labra.
LA VIOLETA COMBATE
Si de niña -casi mala- me entretuve en la libreta
simulando ser poeta
y luego quedé sin ala,
si cada sueño me tala,
si me hablan siempre de…,
si mi familia se fue
a doler bajo la nieve
¿soy feliz o no se atreve
mi corazón de abecé?
Si en la soledad que rijo,
para dárselo a la espada
a la flor (ya es tarde y nada)
no me dio la carne un hijo;
si perdí en el acertijo
no me canso, no me hundo,
destilo un beso profundo,
salvo el odio, curo herida;
me vuelvo tierra parida
y madre de todo el mundo.
Si con la última gota
queriendo ser sangre aún
me diste, padre, un zunzún,
si de tu mano ya ignota
que me tiró la pelota
no he sabido ni sabré,
si del seno que mamé
sale imposible mi suerte,
si me ha citado la muerte:
¿estoy viviendo de qué?
Si el amor me hizo una cruz
y sigo aquí mal clavada,
si me ha durado la almohada
lo que al ciego pobre luz;
si arranco del avestruz
una pluma y me la como,
si fuego cargo por lomo,
si me patea un suicida,
si cuando estudio la vida
no encuentro el segundo tomo…
¿Qué hago con sangre y luna?
¿cómo disimulo el lío?
¿dónde quitan tanto frío?
¿cuando viene la fortuna?
¿quién me acuesta en esa tuna?
¿cuál es mi sombra además?
No me nieguen el quizás,
no me ensucien lo que brota,
no me tomen por idiota,
no me respondan: jamás…
Algún dolor extraviado
me cayó en el sentimiento.
Llévatelo de aquí, viento.
Melancolía es pecado.
Cosas, cosas del pasado
hay que dejarlas volar.
Aún tengo guiño, lunar.
Si el ayer me vuelve vieja,
si prostituye la queja
voy y los tiro en el mar.
Porque el débil todo pierde,
cualquiera llega y le priva
de la gaviota más viva,
de su derecho a lo verde.
Por eso, batalla, muerde,
oye la verdad que late;
y luego ven al rescate.
Hay que pensar en futuro:
humilde, a pétalo duro,
ya la violeta combate.
De Discurso de Eva
EL CANTO
Rómpanme los vestidos, quítenme la locura,
pulan con ese látigo mi sitio de estar sola,
tráiganme los infiernos, pongan mi cama dura;
no temo a los tiranos ni al cáncer ni a la ola.
Déjenme sin pecado, sin sol, sin biblioteca;
ya huérfana de todo no sentiré ni tedio.
Escóndanme ese pan, claven mi boca seca:
nada podrán hacerme que no tenga remedio.
No importará la cárcel porque bebí delirio,
hasta en el mismo polvo suele nacer el lirio,
ninguna muerte sabe podrirme la mañana.
Mi corazón no tiene gravámenes ni dueño.
Nunca podrán quitarme el ala con que sueño.
Y seguiré cantando cuando me dé la gana.
(1958)
De Discurso de Eva
NO SE ASUSTEN
No se asusten
si uso algún cometa mágico,
si colecciono perros en la acera,
si dulcemente arranco el caos de mi entraña;
no se asusten:
estoy sin tiempo para tumbas,
ardo,
y me corono con un naipe.
No se asusten por nada:
simplemente recibo un heliotropo
De Desaparece el polvo
LA CITA
III
Noche para dejarla en testamento:
cuando agonice quedaré hasta bella
si en el fatal y último momento
me acuerdo de su sombra con estrella.
Noche de hacer el cielo con la mano,
noche de dos que viven de repente.
(Bailaron las estatuas en su fuente,
y hasta diciembre se volvió verano.)
Cuando la rememoro el luto sobra,
noche oh, noche en que perdí mi dama,
Como resucitado que recobra
el pálido reír bajo una llama
así mi corazón se hizo tu obra
la noche de inmortales en la cama.
De Sonetos