Continuamos con la lectura de la Poeta Carilda Oliver Labra.
UNA MUJER ESCRIBE ESTE POEMA
Una mujer escribe este poemadonde puede
a cualquier hora de un día que no importa
en el siglo de la avitaminosis
y la cosmonáutica
tristeza deseo no sabe qué
esperando la bayoneta o el obús
una mujer escribe este poema
sin atributos
a desvergüenza y dentellada
fogosa inalterable arrepentida pudriéndose
caemos por turno frente a las estrellas
todos tenemos que morir
no hay nada más ilustre que la sangre
una mujer escribe este poema
qué estúpida la línea que divide sol de sombra
el crepúsculo pasa
acumulándose al final de las azoteas
supimos de pronto de una trombosis coronaria
existes soledad
sonó una bomba
vean si se han roto los lentes de contacto
una mujer escribe este poema
separa quince pesos para el alquiler
mi amigo viejo
se desprende del mediodía por la próstata
bailamos
sigue la preparación combativa
no pasarán
una mujer escribe este poema
como quien ha perdido el tiempo para siempre
creo en el corazón de Denise Darval
hemos ganado porque morimos muchas veces
parece que tengo un derrame de sinovia
no hay tiempo para la poesía
de veras que los frijoles se han demorado en hervir
te juro que mañana presentaré el divorcio
una mujer escribe este poema
como hay fantasmas a las siete en mi pecho
entablillé una rama a la areca que está triste
mamá tú no sabes la falta que me haces
si suena la alarma aérea
recojan a los niños que duermen en la cuna
voy a guardar este retrato del Ché
como calló el canario traje un tenor a casa
una mujer escribe este poema
cargada de ultimátums
de pólvora
de rimmel
verde contemporánea lela
entre el uranio y el cobalto
trébol de la esperanza
convaleciente de amor
tramposa hasta el éxtasis
tonta como balada
neurótica
metiendo sueños en una alcancía
ninfa del trauma
novia de los cuchillos
jugando a no perder la luz en el último tute
una mujer escribe este poema.
De Desaparece el polvo
LA CASA
La casa es un temblor
cuidando la estrella para que no se pudra.
La casa es de verdad,
pólvora y beso.
Pondremos un cartel que diga solamente:
aquí se reparan lirios.
Y no vendrán los soldados.
(1958)
YO NO ME ENFERMO DE LAS CASI HERMOSAS
Yo no me enfermo de las casi hermosas
arrugas que prometen ser mi cara.
Yo no me enfermo de la tarde clara,
del milagro sencillo de las cosas.
Enfermo, ay, eso si, de todo clavo,
de fieras soledades ancestrales;
estrujo entonces misteriosos males
porque empiezo a morir y ya no acabo.
El corazón comprende, tranza, ayuna;
se le forma a la sien algo que espera.
(Pobreza de ser triste como una
espina que aspiraba a flor entera).
Estoy enferma, sí… ya no es la luna.
Y me quedo a velar mi calavera.
MADRIGALES
III
Esa boca que sale de paseo
con su hambre de amor, totalitaria;
esa boca que fuma y canta un aria
me recuerda a la luz en el deseo.
Esa boca, tan dulce, que bojeo,
bien parece una fruta imaginaria;
esa boca de carne planetaria
que me obliga a temblar con su aleteo.
Esa boca lujosa, hospitalaria,
donde pongo las nubes que recreo,
tiene suaves delirios de vicaria
y chispazos de nunca en apogeo.
Es por eso que, apenas la poseo,
al besarme se vuelve una plegaria.
De Sonetos
Carilda Oliver Labra