Después de la primera cita
Por ese palpitar
que tiene tu mirar
me vestí de alma,
me vestí de cielo.
La juventud, ansia poblada de nuevas palabras.
La juventud, después de la primera cita,
invadió mis surcos,
los trigales, mis orillas.
Ahora te llevo cosida a mis laderas,
soy sangre y nube,
Ahora quisiera que fueras palabra,
que fueras amor mutado en versos.
Te llevo así como un arracimar de uvas,
como el aleteo del colibrí en ese terreno baldío
y te escribo, te escribo… porque entendí que el amor
es un cerezo que se abre a la primavera del verbo
Ana Barletta
DESPUÉS DE LA PRIMERA CITA
Después de la primera cita
albergan en mí, tus palabras
cantos de sirenas
melancolías despiertas
en las noches sin retorno.
Desnudas
en la inmensidad del mar
pérdidas
irrevocables penumbras de abril
Perfumes ardientes
quedaron en un rincón
de tu piel
hambrienta
desolada.
Tus pies
cavilan sin amor
temblando,
intentan volar
perdiéndose en las sombras
locura ancestral.
Jeil Parra
DESPUÉS DE LA PRIMERA CITA
Después de la primera cita
Abriéronse mis ojos, ví primaveras perdidas.
Puntual asistí para descubrir
Qué tarde llegué a la fuente de la vida.
Y no sé qué es lo que me pasa
Si lloro por querer correr
Pero al correr, bah! Ella me enfrenta
Cara a cara
Resuelve, así no lo lograrás.
Ayúdame Poesía
Tengo frío de miedo
Miedo de no poder con mis palabras
Y mi cuerpo sea el canje.
Ven en mi auxilio
No he aprendido a ser romero.
Llévate viento, mi deseo de sublevarme
Tomar esa dorada llave
Y mi espalda frente a tempano de hielo.
Fortaléceme, tú que conoces de la alegría
Y del sufrimiento.
Me has esperado con sonrisa de madre buena
Tú crees cada uno de mis intentos
Pero me esperas libre
«Libre de mí.»
Ahí tienes la luz
Esa luz
Es mi renacer.
Arelis Juárez