Selección de poetas consagrados 2021.11.20

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Carta al Sr. René Guilly de Antonin Artaud. Del libro «Para terminar con el juicio de Dios y otros poemas».

Para terminar con el juicio de dios

7 de febrero de 1948. Al Señor René Guilly.

Señor,
Esta mañana cuando leí su artículo en “Combat” creí

soñar, por otra parte estoy sorprendido de que lo publi- caran.

Pues tengo una idea mucho más alta que la suya de ese famoso público.

Lo creo infinitamente menos podrido de prejuicios de lo que usted piensa.

Los que el lunes a la noche sitiaban la radio y espera- ban con una curiosidad y una impaciencia jamás vista,
la emisión intitulada
“Para terminar de una vez con el juicio de Dios”
pertenecían a ese gran público

peluqueros,
planchadoras,
vendedores de cigarrillos,
ferreteros, ebanistas, obreros gráficos,

en resumen gente que se gana la vida con el sudor de su frente,
y no capitalistas de estiércol enriquecidos en se-
creto

que van los domingos a misa y de-
sean por encima de todo el respeto de los ritos y de la ley.

Mi emisión los hubiera aterrorizado a ellos y a algunos rufianes de la Butte prematuramente enriquecidos que tienen ese miedo nauseabundode las palabras. Como sea

hay que considerar como pecado y crimen el
haber querido prohibirle expresarse a una voz humana que se dirigía por primera vez en estos tiempos
a lo mejor del hombre
2° Los libros, los textos, las revistas son
tumbas, Sr. René Guilly, tumbas como para
vomitar.

No viviremos eternamente rodeados de muertos

y de muerte.
Si todavía quedan prejuicios hay que destruirlos

el deber digo bien

EL DEBER
del escritor, del poeta no es ir a ence-
rrarse cobardemente en un texto, un libro, una revista de los que ya no saldrá nunca
más
sino al contrario salir afuera

para sacudir
para atacar
al espíritu público si no
¿para qué sirve?

y ¿para qué nació?
3o Sea como sea
no soy director de coros nunca supe cantar,

y menos aún

hacer cantar.
En esta radiodifusión sólo in-
tenté
yo que nunca toqué un instrumento en mi vida,
algunas xilofonías vocales
sobre xilófono instrumental y logramos el efecto.

Quiero decir que esta emisión era la
búsqueda de un lenguaje que pudiera com-
prender cualquier peón o carbonero
lenguaje que anunciarla por medio de la emisión cor- poral las verdades metafísicas más ele-
vadas.

Usted también lo reconoció y por esa razón prohibirla constituye una abyección y una infamia.

Esto era lo que quería decirle, Sr. René Guilly.

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