VIDA EN ALQUILER
El poeta inventó la vida con psicoanálisis
Cada poema
Cada libro
Una vida en alquiler,
Un gozar gozando por segundo,
Lo que dura un verso tras verso
Lo que dura la dulzura de un beso apasionado
o un abrir de piernas.
Poetas y psicoanalistas
Replican el invento
La máquina de la poesía
Un poema – un amor
Dos poemas – 3 amores
Tres poemas – un amor sin multitud
Un libro, la primera vez;
una y otra vez
diferentes libros,
una vez.
Adhesión tras adhesión
brincó la multiplicación
Multiplicó ejecutivos, materia prima,
Un pintor, Mil amores, más de mil cuadros
Una exposición, una explosión de amor
Una cadena de exposiciones, una vida entregada a más de un amor
Así cine y pintura florecen
En un corto, la diferencia en la vida. ¡Quién alquila vida!
En un largo, el enigma de la vida.
Quién compra VIDA EN ALQUILER.
Color por aquí.
Color por allá.
Combinaciones espacio tiempo en color para siempre
Se venden,
Se venden universos para el propio.
Vida en alquiler se compra.
Jazzcinthya Irais Chaparro Medina
VIDA EN ALQUILER
Se alquila:
Vida en permanente transformación.
Deseo en movimiento.
15810 días de recorrido,
Y mucha música.
11 vuelos transoceánicos y
2 patrias en el corazón
Muchos amores.
Inquietudes enquistadas,
más dudas que certezas
y la convicción de que
la respuesta a casi todo
está en el modo de poner los pies.
Luminosa de a ratos
nublada ante la injusticia y la estupidez.
Habito una primavera interior
Donde florecen sueños inesperados
Con perfumes exóticos de otros tiempos.
Nardos,
me monto en ese perfume dulce,
Y viajo hacia aquel lugar desde donde me veo.
Desde donde me gustaría poder habitar este lugar.
He tallado
Las formas imprecisas que me contienen.
Despojando lealtades,
Colocando el mobiliario de mi vida
Según mis propias huellas.
Se alquila esta sensación
De estar haciendo lo correcto.
No se venden ni los sueños,
Ni el pasado,
Ni los errores.
Se alquila por si a alguien
Le inspira este movimiento,
Porque puedo dejar
Migas de pan…
Mariana García Guschmer
VIDA EN ALQUILER
Rento desde hace unos años
Cuatro paredes que me cubren…
Del frío
Del calor
Me arropan y me acompañan.
He instalado unas pocas cosas
En verdad no se necesita mucho
Me basta con este sofá
Donde descanso y también
Apegada a una mesita de madera color café
Construyo estos pedacitos de tinta y papel.
Hice un contrato con un arrendatario
Me cedieron derechos
Algunas obligaciones
Y muchas restricciones
No malgastarás el agua muchacha
Tampoco verás mucha televisión
Un foquito para alumbrarte y nada más
No vaya ser que me subas el bill.
…. Y así fui revisando las cláusulas
Percatándome de una incierta
Hubo una que no quedó escrita
“no estaba la fecha de caducidad”.
Así va uno por la vida
“sintiéndose amo y señor”
Ay! Cuán equivocados hemos estado;
Hoy me siento
Verdaderamente dueña de nada
Solo tengo por seguro
Mi buenos días de mi vecina,
El perro de la casa de la esquina
Que asoma su hocico al balcón
cuando me ve pasar,
(se que ladra para saludarme)
De las flores color fucsia que están en mi camino
Y de este preciso momento
Cuando la letra escrita
Me hace tocar la inmortalidad
Que hay en este papel.
No traje nada
Espero dejar algo
Si estas palabras se pueden convertir
En el abrazo para un alma solitaria
Si este abrazo hecho de tinta
Puede llegar lejos, muy lejos
Entonces, será un honor
Haber renunciado a las vanas glorias
A las falsas glorias.
Serena, como se queda la faz
De la tierra
Después de la tormenta,
Palabra a palabra
Verso a verso
Recibiré un día lejano
Al arrendatario
Que seguramente vendrá
Por la cláusula pendiente
Y me hará entregar
Ésta.. Vida en alquiler.
Arelis Juárez
VIDA EN ALQUILER
Un poema me manda a hacer Helena,
Vida en Alquiler se titula,
escribir quiero sin premura
unos versos con mano serena.
La libertad la tenía en la alacena,
boca silente, transité errante versos y locura.
Con anhelos de pantera,
renuncié a los cantos de sirena.
Un día cualquiera, gracias Helena ternura,
escribí unos versos de enredadera,
transité llantos y amargura,
raíces crecieron en negras playas de arena.
Bajo la sombra del ceibo,
otra manos alquilé,
imitando el vuelo del aguila,
un día las compré.
Las pagué con mi trabajo,
con una paloma torcaz
y una flauta de pan,
humildes versos hilé.
Ana Barletta
VIDA EN ALQUILER
Mi vida es un desliz,
un piso en alquiler
nada de lo que tengo es mío,
todo lo debo a alguien.
Soy otros,
soy como la espuma del mar
como el agua en la arena
como el viento
como un murmullo.
Vivo en lo fugaz
sin saber a donde ir,
hoy estoy aquí, sentada en mi habitación
mañana, me tendré que ir.
Esté cayendo la lluvia o
este brillando el sol,
si alguien me dice: ¡vete!
tendré que huir
aunque no sepa a dónde ir.
Como ocurre en mis sueños,
donde caigo de un balcón
y aparezco en la calle,
al principio de una escalera
sola, inmóvil, asustada y sin refugio.
Jeil Parra
VIDA EN ALQUILER
Una sirena vive en mi cabeza
Y no paga el alquiler,
de vez en cuando me deja
un verso tirado por aquí o por allá
Yo los recojo sin mucho orden e intento rimar
a veces siento que algo voy a encontrar
Y se me vuelve a escapar,
a veces cuando despierto veo su cola,
Sólo la cola,
Cuando se clava en el mar,
podría ser en realidad una ballena
pero es tanto lo que me gustan las sirenas
que me gusta pensar que es una de ellas.
Cuando era niña no sabía
que las cosas se alquilaban,
Yo pensaba que todo era prestar,
Comprar o simplemente poseer,
Habitar o ser
Entonces me parece natural
que me habiten seres
desde tiempo inmemorial
que no paguen alquiler
y el otro día un cocodrilo me llevó a pasear,
me enseñó cosas muy sabias
y me miré a mí misma escribiendo
como a través de una redonda pecera,
Que inmueble tan frágil,
No me deja respirar
Necesito que me cambien el aire de vez en cuando,
Era tan asfixiante,
que me escribí un bosque de letras
y entonces me encontré a Helena,
Pero no la que era amada por Paris y Menelao,
con otras nudistas de versos,
en las playas del Grupo Cero.
Mi padre me dijo que piensa
que soy ignorante, tonta y/o necia
Porque me gustan las sirenas más que las ballenas
(tal vez engrandezco o distorsiono un poco las cosas
Pero la idea es esa)
Y yo pienso que es cierto
También tengo un novio en la cabeza
Con el que hablo durante horas
Y me impide escribir poemas,
Por eso le pedí un poco de polvo a la luna,
Que llenara mi corazón de él,
para ponerme a barrer,
Tengo una sirena en la cabeza,
Encuentro ropa sucia,
Clavos y cosas que me lastiman,
Le presté mis piernas
a esta mujer que no tiene pies
pues tiene aletas de pez
Y lo mira todo de revés.
Mi amante no ha visto mi último mensaje,
Está próximo a casarse
Y yo confieso
que cada noche duermo tarde
Esperando su último mensaje
y así me hice una mujer de insomnio y espera.
La casa de mi padre era un castillo
de silencio y de cristal,
en ella me eché a dormir
y me volví balsa,
me volví remo
me llené de algas,
me llené de peces,
me creció el cabello
Cabellera verde.
Cuando se desprendió la carne
De mi cara me llené de sonrisa,
la dentadura descarnada,
Desconocida y desconociente,
Ausente de mí misma
Entre mis huesos y dientes,
Encías y alcancías llenas de agua
que sólo servirán
Cuando este mundo se seque
Y crezcan algas entre los dientes.
Que me habiten las cucarachas de la cocina,
No me dan asco,
algunas se han vuelto amigas mías
y enemigas de mis gatos.
Escupo versos,
Escupo versos desmembrados,
en medio de la ciudad que fue lago.
Estoy pensando en mudarme
a un florero,
a ver que es entonces lo que veo.
Tonantzin Rodriguez
VIDA EN ALQUILER
Si miras dentro
la cueva se ilumina.
Luces de ojos,
ojos fugaces.
Habitar esa cueva
de luz propia.
Mi presente continuo
la casa, mi memoria.
Cueva de colores
infinitos e imperceptibles.
A lo lejos no se sienten
si entras se agradece.
Es mi cueva, mi hogar.
La casa, mi cabaña.
Tiene enteros y no cuartos,
tantos que contar no alcanzo.
Visita uno a uno
salta, sube, baja y quédate.
Cada pieza
tiene una puerta y escaleras.
Escaleras al cielo extasiado
de sonrisas y románticos desvelos.
Puertas con asombro escondido,
escondido dolor convertido en amor.
Cada cuarto entero es inmenso.
Un minuto, una hora, una noche.
Eternos en medida de tiempo,
armónicamente penetrantes.
¡No se vende!
Este hogar es mío.
Ladrillo a ladrillo
este edén voy construyendo.
Flores…rosas, margaritas,
girasoles y amapolas
lo adornan.
Si a la terraza subes
el anhelo reconforta.
En lo profundo del sótano
la nostalgia agobia.
Nada por cambiar
solo foto de aquellos por acomodar.
Sus miradas recordar.
Un último vistazo,
el suelo es alocado y silencioso
pero canta por las noches,
susurra tu nombre
porque te extraña.
No se vende,
es mi hogar.
Aún lo construyo.
Lo alquilo si te gusta.
Millones de cuartos enteros hay,
en cada uno jugarás.
¡Es un reboltijo!
Emociones de carrusel beberás.
Si buscas vida,
te alquilo la mía.
Abbi
VIDA EN ALQUILER
Tengo una vida que es mía,
Y no siempre ha estado para mí.
Mi alma, habitada por muchos ha sido.
Alguna buena paga, otros solo se han ido.
En el jardín he sembrado lirios,
He perfumado con lavanda y romero cada salón.
En mis paredes quedan marcas,
Que no siempre quiero borrar.
Por allá en cuando alguien se quiere quedar.
Pero esta mi casa, y la quiero recuperar.
Claudia Marisol Albarca