Instrucciones últimas 2021.06.26

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Instrucciones últimas

La vida es más que un constante cambio
Es la danza ancestral del fuego sagrado.
Fuego maya incandescente que nos acerca
o nos aparta de nuestros propios deseos.
Vidas recién estrenadas…
Vidas a punto de partir…
¿Quién tiene las instrucciones últimas de cómo nacer?
¿De cómo morir?
A vivir aprendemos cada día
La noche nos da calma
Nos acaricia como brisa marina
Prepara el alma para pasar el otoño
Y renacer primaverales sobre tierra firme y fuerte.
Por eso cuando me vaya
Quiero ser ave en eterno movimiento entre dos hemisferios
Ser ráfaga marina
Viento oceánico
Ser el aire caliente
Ser el viento que grite que no me fui sin bailar,
Sin cantar
Sin haber seguido y realizado las instrucciones últimas
Que mi destino fiel siguió mas allá del otoño de mi vida.

Dolores Granados.


Dichos

Caen de todas partes
Golpean como meteoros
y sacuden la tierra.

Sacuden los mundos!
Cómo caen estas rocas!
Nos están matando!

Instrucciones en desorden
Sin rumbo
Solo un objetivo
Guiar a la nada

Encajamos tan fácil
Cuál es la fórmula?
Cuál el formato utilizado?
Cómo se permite la muerte con bala de aire?

Escupitajo moral
Sobra del almuerzo
Vómito del perro
Deshecho vestido de oro

No mires mis ojos
lanzando balas
No miraré los tuyos
para golpear tu alma

Instrucciones últimas capitán!
Darle muerte al mundo
Con balas
de puro soplar.

Abigail Segales.


Instrucciones últimas

Se reunieron por última vez,
La habitación era fría y luminosa.

La joven vestía un rostro pálido
Con una sonrisa, disfraz de esperanza.

La adulta, toda blancura,
Ojos luminosos, sonrisa pacífica.

Con débil voz dijo a la joven…
– Quiero agua
Y soltó una ráfaga de peticiones:

-Quiero que sea amable, agradecida
que cultives un noble corazón.
Y, que degustes lento la vida.
-trabajes duro.

Apasiónate, y ama tanto como puedas.
Abraza mucho…
Abra a tus hermanas.

Mientras esto decían sus labios,
Sus ojos decían:
– ¡Te quiero!
– ¡Tengo miedo!
– ¡No quiero dejarte!

Después no se dijo nada,
Solo un abrazo, y todo enmudeció.
No hubo llanto,
solo una puerta que se cerró.

Solo un camino que se inició,
Para cumplir… sus instrucciones últimas.

Claudia Albarca Aldana.


Instrucciones últimas

Invocáis el laúd universal para acallar al poeta.
¡Id con vuestras cabezas de toro,
mamarrachos con insignia!

Nada podrá silenciar la voz del poeta,
sus versos, geografía humanizada,
zumbarán entre el rojo y gualda,
entre esas palabras que con encono pronunciáis.

No podréis con el vuelo de las alondras,
con el paso del ciervo, lo intentasteis
con Lorca, con Miguel Hernandez, con Machado
y tantos, tantos que dejasteis morir.

No podréis, aunque los labios se cansen,
sus noches de menta
sus oceánides palabras,
sus partos arbolados, ¡ahí están!

Agujerean los vientres ahítos, herrumbre de bocas caudales.

He recibido últimas instrucciones
¡oído poesía!
amanecida entre ellos, los amados maestros,
lloveré sobre un bosque de mieses amarillas.

Ana Barletta.

 


                                                    “En un mundo de plástico y ruido

                                                                          quiero ser de barro y de silencio”

                                                                                             Eduardo Galeano.

Últimas Instrucciones

Las manos ya no son más que frío,
evónimos secos sin raíz
que levantan
un altar
en el bosque.

Las ramas
se retuercen en las llamas,
trémulas,
desnudas;
parecerán muertas,
introvertidas.

Los pies                             
bailarán en el humo
sin instrucciones,              
rito de hojas sudorosas
que ovillan el aire
al rumor ebúrneo
de auras
y liviandades.

Teñido de ámbar,
lleva el silencio
habitado de pócimas
a tu pluma.

Inunda
la memoria
de amarillo beleño,
cuando
quede desnuda
la nueva savia 
y guardes la noche más larga
en las yemas,
para que la primavera
vaya guisando
las hojas en el poema,
una a una,
lenguaje vegetal
de verde tinta.

Que no se
acabe tu mirar
aunque tus ojos
naden en el fondo
del océano herbario,
que tu voz
arda en las copas
y en los espejos.

Sé fragua,
artesano
de cada solsticio
y del instante;
vuelca todas las hojas
ocres, belladonas, borravinos
en el poema.

Sé fruto,
manos que
broten pétalos sin más embrujo
que la sangre transparente.

Regresemos juntos
al umbral glorioso
del agua,
con barro aún tibio
y pulsos urgentes,
los pies abrasados
a la danza
y la piel
como amuleto
evanescente.

Bibiana Alonso.


Instrucciones últimas

Hemos partido de tierras lejanas
A construir algo nuevo desde cero
Un desafío: desacostumbrarse del pasado.

Para empezar
Hemos de organizar
Revisaremos las instrucciones últimas
Preparemos el equipaje, pero no
Sirvan disculparme!
De que equipaje estoy hablando
Ya ven, cuesta dejar la carga
He de decir lo siguiente:
Equilibrar los pesos.

El alimento por un lado
La herramienta de trabajo por otro
Y la ruta… solo dejarse guiar
Por los que lograron la travesía

Remar, remar sin cesar
Sin rendirse en el intento
Sin aspiraciones grandiosas
Remar sencillo, humilde, sensato.

Remar contra todo viento en contra
Fluir con el viento a favor
Respetuosos de otros compañeros navegantes
Leales y transparentes
Alegres, Fuertes y ligeros
Unidos, al mismo tiempo… libres.

Arelis Juarez.


Instrucciones últimas

Bordeando la calesita,
comprendí
que vivir pegado a la palabra
-como la mosca a la miel-
produce picos
de glucemia sintáctica.

Vivir en el anverso de la realidad,
desprende un olor
a delirio alterno
de escaso recurso,
una brisa estupefacta
de instante subvertido.

La palabra es importante
cuando de pactos se trata;
necesaria
si tenemos que firmar una hipoteca
o casarnos con alguien.
Pero la metáfora,
¡Dichosa y erótica metáfora!
Nos salva del homicidio culposo
y despoja el desliz.

Rompecabezas cuántico.
Composición irreverente,
de aquello arremolinado que somos:
alquimia espiritual
que nos habita.

Como síntesis dialéctica,
el iceberg esconde
un tesoro adulterado
gambeteando el verbo.
Quiero ser
de la nobleza underground.
Aprender las cosas importantes
y latín
por observación.

Mariana García G.

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